Rosalía estrena su nueva canción ‘Berghain’ de su disco ‘Lux’.

*El álbum incluirá colaboraciones de artistas como Björk, Yves Tumor, Carminho, Estrella Morente, Silvia Pérez Cruz y Yahritza.

Agencias. – Rosalía, la incansable artista que ha redefinido el panorama musical global, ha vuelto a sacudir los cimientos de la industria con el lanzamiento de «Berghain». Lejos de la luminosidad y el coqueteo pop de Motomami, este nuevo sencillo nos sumerge en un universo sonoro más sombrío y experimental, una muestra de lo que nos espera en su cuarto álbum de estudio, LUX, que verá la luz el 7 de noviembre. La colaboración con la icónica Björk y el vanguardista Yves Tumor eleva aún más la apuesta, consolidando a Rosalía como una fuerza artística en constante evolución y desafiando los límites de su propio éxito.

Desde que conquistó el mundo con la maestría conceptual de El mal querer, Rosalía ha demostrado que su lugar no está en la zona de confort, sino en la vanguardia. Cada proyecto ha sido una audaz reconfiguración de su identidad musical. Si Motomami fue un viaje efervescente entre el reguetón, la bachata y un pop de tintes futuristas, «Berghain» es un descenso a una dimensión más introspectiva y densa. La canción, que toma su nombre del famoso y exclusivo club de tecno en Berlín, es una pieza compleja y estratificada que se aleja de la estructura de un hit convencional.

Musicalmente, «Berghain» es un híbrido de ópera, electrónica experimental, cuerdas sinfónicas y tecno hipnótico. El tema arranca con un piano que evoca una atmósfera clásica, para después dejar paso a la voz de soprano de Rosalía, que canta en alemán con una vulnerabilidad punzante. Björk, la maestra de la experimentación sonora, y Yves Tumor, el alquimista del noise y el pop industrial, aportan capas de texturas sonoras que elevan la canción a un nivel superior. El resultado es una pieza inquietante y hermosa que exige una escucha atenta, transportando al oyente a un paisaje emocional oscuro y espiritual.

La letra es igualmente críptica y fascinante, entrelazando español, inglés y alemán en un viaje lírico sobre el desamor y la sanación. «Su angustia es mi angustia, su rabia es mi rabia, su amor es mi amor, su sangre es mi sangre», canta Rosalía, sugiriendo una conexión profunda y dolorosa. A diferencia de sus trabajos anteriores, donde la narrativa era más explícita, en «Berghain» las emociones se insinúan a través de metáforas poderosas y un simbolismo enigmático. La inclusión de elementos clásicos como la ópera y la orquesta, que aparecen y desaparecen, podría representar los pensamientos intrusivos que persiguen a la protagonista.

El videoclip, dirigido por su habitual colaborador, es una obra de arte visual en sí misma. Rosalía, con una estética que recuerda a un cuento de hadas retorcido, transita por los laberínticos espacios de un club berlinés. Las imágenes se superponen, creando un collage de belleza y decadencia. Los planos de una orquesta, que toca y se desvanece, refuerzan la idea de una batalla interna. La estética del video, que evoca tanto la pureza de un personaje de cuento como la crudeza de un entorno industrial, subraya la dualidad que impregna la canción.

La reacción ante «Berghain» ha sido predeciblemente polarizadora. Mientras que la crítica especializada ha aplaudido la valentía de Rosalía al explorar nuevos territorios sonoros y rechazar la fórmula del éxito fácil, parte del público más masivo se ha mostrado desconcertado. Este es el riesgo que corre una artista cuando decide evolucionar y empujar los límites de su propio arte. Después de Motomami, un álbum que la catapultó a un éxito global masivo, Rosalía podría haberse estancado, pero ha optado por el camino más difícil y creativo.

El lanzamiento de «Berghain» no es solo una canción, sino una declaración de intenciones. Rosalía no está interesada en replicar el pasado; está obsesionada con el futuro. Este primer sencillo de LUX nos muestra a una artista en plena madurez creativa, dispuesta a confrontar las expectativas y a dejar que su inquietud artística la guíe. Con la participación de Björk y Yves Tumor, se une a un linaje de artistas que priorizan la experimentación y el riesgo por encima de la complacencia comercial. La colaboración no solo es un acierto sonoro, sino también un poderoso mensaje sobre las influencias que la inspiran en esta nueva etapa.

El álbum LUX, que se espera que siga esta misma senda experimental, promete ser una nueva joya en la discografía de la catalana. La revelación de la portada en los Cines Callao de Madrid, un gesto tan teatral como la propia artista, solo ha aumentado las expectativas. El título, que en latín significa «luz», podría sugerir un contraste con la oscuridad de «Berghain», o quizás, la idea de que la luz surge después de atravesar la oscuridad. Los fans ya especulan con el significado de cada detalle, analizando los videoclips y las letras en busca de pistas.

Con «Berghain», Rosalía ha demostrado que aún tiene mucho que decir y que su voz es tan poderosa como versátil. Su capacidad para fusionar géneros, honrar el pasado y mirar al futuro es lo que la ha convertido en un ícono global. Este nuevo capítulo no es un simple paso, sino un salto de fe. Y en el mundo del espectáculo, donde la fórmula del éxito a menudo sofoca la creatividad, una artista que se atreve a saltar es un regalo invaluable. El 7 de noviembre, con el lanzamiento de LUX, sabremos hacia dónde nos lleva Rosalía en su siguiente gran viaje artístico.

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