Remesas serán factor de inestabilidad económica y social

Chiapas empezó a sentir los efectos de la política de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Quien pensara que su discurso beligerante hacia la política pública que aplica el gobierno de México no tendría consecuencias, se equivoca.

Editorial

Chiapas empezó a sentir los efectos de la política de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Quien pensara que su discurso beligerante hacia la política pública que aplica el gobierno de México no tendría consecuencias, se equivoca. En los hechos, las amenazas empezaron a reflejarse en el envío de remesas a los municipios del país y en especial de esta entidad sureña, donde una gran cantidad de connacionales están internados en el territorio estadounidense, trabajando y tratando de hacer lo necesario para regresar a su lugar de origen a estar y convivir con la familia.

Diario Media Group dio a conocer que, a tres días de cumplir un mes como presidente, los efectos nocivos ya están causando problemas en las comunidades de Chiapas, donde muchas de las familias están esperanzadas en el envío de recursos de su parentela que se encuentra de “mojado” en la potencia imperial.

Nada menos que un 40 por ciento disminuyó el envío de remesas provenientes de Estados Unidos para la primera quincena de febrero. La preocupación es latente y el escenario para las siguientes semanas tiende a recrudecerse. Blanca Emma Elizalde Velázquez, encargada de la Financiera Bienestar sucursal San Cristóbal, municipio que más remesas recibe de todo el país, confirmó la caída de operaciones a través de Telecom.

De atender a 300 personas en el día, de manera regular, a unas cuantas, desde la llegada de Trump al poder, es un mensaje muy preocupante que la presidencia de la República y el gobierno de Chiapas, tienen que atender en lo inmediato.

Los datos duros reflejan que el panorama desolador que ya se vive en algunos municipios recaudadores de los envíos provocará un problema social y económico, y es donde el gobierno tendrá que implementar medidas para solventar los inconvenientes.

En San Cristóbal de las Casas se tiene el registro de 227 millones de dólares recaudados de remesas; Comitán, 132 millones de dólares; y Tapachula, 66.6 millones de dólares. En estos municipios el flujo de remesas ha bajado significativamente desde enero.

La narrativa del gobierno de que cuentan con un plan A, plan B y plan C tiene que llegar a las comunidades donde las familias están sufriendo las repercusiones por la fobia que Trump tiene contra la migración.

Las deportaciones han escalado al sufrimiento, a la preocupación, a la disyuntiva de qué hacer, cómo se solventará la situación. Sin embargo, en esta crisis existencial también podría verse la posibilidad de que el campo se reactive, en el sentido de que quienes sean regresados pueden acudir a las parcelas que dejaron abandonadas, mucha de las cuales han quedado en el modus ocioso.

La mayoría de la población que está en Estados Unidos es joven y su regreso, en caso de tener la mala suerte de que la Migra los detenga, podría a contribuir a levantar el sector primario.

Las historias que se tejen de personas que están internadas en cualquier condado no sólo son dignas de contarse, sino que representan la tenacidad de quienes quieren superarse, sorteando los obstáculos que haya lugar.

Lo que es cierto es que la política del mandatario del imperio gringo hacia las remesas envía una señal de alerta sobre el futuro de las mismas. Aunque algunos analistas creen que las remesas podrían mantener su crecimiento durante el primer año de gobierno de Trump, la incertidumbre es palpable.

Hoy la incertidumbre es lo que priva en las familias con parientes migrantes, la ansiedad, el estrés estarán entrando a los hogares donde las remesas han dejado de llegar. Además, la estabilidad social que prevalecía en las comunidades de donde son los beneficiarios, podría sufrir un descalabro al grado que puede generar inestabilidad.

Cuando el problema acreciente, el gobierno tendrá que intervenir y ello representará la diferencia entre estar bien o que el mundo se nos venga encima.

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