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Lejos de pelear por recursos para la pavimentación de calles en Cacahoatán, promesa de campaña del ahora alcalde Víctor Pérez Saldaña, este se ha dedicado a cumplirse caprichos como la construcción (innecesaria) de un entrada a la cabecera municipal.
Habitantes del barrio Álvaro Obregón denunciaron que permanecen en total olvido por parte de las autoridades municipales, luego que se les prometiera que se iniciaría con la pavimentación con concreto hidráulico de distintas calles, sin que hasta ahora haya acercamiento por parte del edil para iniciar con dichas obras.
Apuntaron que más allá de necesitar un arco que dé la bienvenida a este municipio, hay otras necesidades urgentes en la localidad, como el agua potable, alumbrado público y, principalmente, la mejora de calles.
Dijeron que llevan años con cúmulos de tierra, matorrales y viviendo entre la precariedad y sin vía pública justa, pese a que es uno de los ejes que prioriza el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar.
“Aquí el problema es que en campaña sí recorría las calles y decía que estábamos amolados por la culpa de expresidentes, que con él sería diferente, pero otra vez lo mismo y seguimos viviendo entre el monte; eso no es justo porque se comprometió a hacer nuestras calles”, dijo Sarahí, habitante del sector.
Los lugareños lamentaron el desinterés de Pérez Saldaña, sobre todo ahora que se avecina la temporada de lluvias y eso implica que las calles que no están pavimentadas se conviertan en lugares pantanosos, intransitables y hasta dañinos para los cacahoatecos.
Mientras esto ocurre, el alcalde presume la obra como si en realidad beneficiaria a los pobladores, en una muestra insípida de la política que se practica en la denominada “Villa de las Hortensias”.
