Ahora que están en boga los nombramientos de cónsules de México en otras
latitudes, y del espectáculo que se ha montado en el Senado de la República por
la designación de algunos de ellos con un pasado tenebroso, entre las figuras que
con solo nombrarlo causan pudor a los chiapanecos, está la de Juan Sabines
Guerrero, cónsul en Orlando Florida, en Estados Unidos.
Este mequetrefe, aprendiz de la política, sigue riéndose de los chiapanecos, ya
que continúa intacto en el puesto, sin que se vea algún interés de parte de la
presidenta de la República para removerlo del consulado que se le dio como
gratificación por haber ayudado a Andrés Manuel López Obrador cuando éste
intentó ser candidato a la República en el 2012.
En el Senado de la República se dio el debate por la designación de una docena
de cónsules que fueron nombrados por Claudia Sheinbaum, pero en entre éstos
no aparece ni por equivocación el de Sabines Guerrero.
Becado, fuera de los reflectores de la política mexicana, Sabines “nada de a
muertito”, sin que nadie le moleste en sus aposentos donde dizque despacha
como Cónsul. La realidad es que sigue pesando la protección que de él hizo en su
momento el ex presidente López Obrador, aunque ciertamente su llegada al
Consulado haya sido en el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien decidió acatar
la recomendación que le formulara el entonces líder del PRD, hoy de Morena,
Andrés Manuel.
Es lamentable que estos cargos diplomáticos se den sin que haya un proceso de
selección, de evaluación y capacitación, pues los resultados nada positivos en las
gestiones al más alto nivel no se presentan con eficacia dada la falta de capacidad
y de relaciones a este nivel por parte de quienes arriban a los consulados.
El tema Sabines es elocuente que está “amparado” por sus fechorías que cometió
siendo gobernador de Chiapas de 2006 al 2012. Está claro que su situación está
blindada dada las acciones de protección y ayuda que hizo al ex mandatario de
México, cuando andaba por territorio chiapaneco recorriendo los municipios para
cercarse a ofrecer apoyos en caso de que fuera presidente de México.
Los chiapanecos, ahora que se han percatado de los nombramientos en cascada
para las carteras diplomáticas en el extranjero que ha hecho la presidencia de la
República, han sacado a colación la deficiente administración pública que
encabezó Sabines.
En esos terroríficos seis años hubo de todo, menos trabajo y desarrollo; se sintió
la mano del ex gobernador para engañar, como sabe hacerlo, a una población que
confío que los buenos oficios que había hecho su señor padre, Juan Sabines
Gutiérrez, con la llegada del hijo, se repetirían.
Sabines Gutiérrez hasta hoy en día, es conocido y recordado, por las personas
adultas, principalmente, por su gestión rescatable como gobernante. El cariño
hacia su persona se sigue mostrando y prueba de ello fue el reciente homenaje
póstumo que se le hizo en el día de su cumpleaños, el pasado 24 de junio, acto al
que, por cierto, arribó el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar.
Hoy ese significativo gesto lo quiere aprovechar el hijo descarriado, al reconocer
mediante sus redes sociales, la asistencia de ERA, pero no debe equivoque pues
el gesto político que hizo el gobernador en funciones fue en referencia a Don
Juan, no a un hombre que todavía tiene cuentas con la justicia al haber dejado en
bancarrota al estado. Tan grave fue el daño que el todavía cónsul le hizo a
Chiapas que la deuda que contrajo en su tiempo se continuará pagando hasta el
2037, si es que no hay ningún atraso en las “mensualidades” que las
administraciones estatales deben estar aportando hasta esa fecha.
Ahora que se habla del descaro y la desfachatez como atributos de Sabines
Guerrero, viene a la memoria la osadía que tuvo de escribir en su red social una
serie de calificativos lamentando la muerte del pastor Clever Salazar Mendiguchía,
hermano del también ex gobernador Pablo Salazar, a quien Sabines lo refundió en
la cárcel por venganzas políticas.
Eso sí que es no tener madre y nos enseña la clase de persona que es el cónsul
que sigue protegiendo la Cuarta Transformación. Ojalá la presidenta tenga en su
lista de pendientes este caso pues a los chiapanecos les urge que Sabines sea
llevado a los tribunales para que rinda cuentas y regrese el dinero que les robó.