“Yo no quiero que me recuerden por haber ganado la batalla contra la violencia. Quiero que nos recuerden por haber ganado al enemigo más grande que tiene Chiapas, que es la ignorancia. Y la vamos a desterrar y le vamos a ganar esa batalla para darle luz al conocimiento”.
Celebro que el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, quien dijo esas palabras durante su gira de trabajo por la región Selva, haya tomado al toro por los cuernos en cuanto al tema educativo. Y lo celebro por lo siguiente.
INTERÉS
Primero, porque después de varias décadas ha sido el primer gobernador en colocar el tema de la educación en la agenda pública.
Antes parece que a nadie le interesó que Chiapas presentara los peores resultados en aprovechamiento educativo y que liderara la estadística con mayor población analfabeta. Sí, ni a los gobiernos, ni a los maestros, ni a los padres de familia, ni a los empresarios y ni a los medios de comunicación les importó que los chiapanecos se ahogaran en la ignorancia.
Según datos del Inegi de 2020, Chiapas presenta el promedio más bajo de escolaridad en el país. Mientras la alcaldía Benito Juárez, de la Ciudad de México, tiene el grado más alto a nivel nacional con 14.6 años, lo que equivale a la preparatoria terminada; en el municipio de Chamula, el promedio fue de 4.4 años, es decir, que el nivel es de poco más de cuarto de primaria. Así de triste.
A pesar de conocer esos datos a nadie antes le interesó establecer una política pública, una estrategia o un programa para abatir el terrible rezago educativo, sino hasta ahora, con el gobernador Eduardo Ramírez, quien asumió el reto de acabar con el analfabetismo con la misma determinación con que ha trabajado por pacificar el estado.
Y por lo que dijo en Chilón en mencionada gira de trabajo, la educación es su mayor prioridad. Y no podíamos esperar otra cosa.
Por el perfil del gobernador, siendo un hombre con una larga carrera académica, con grado de doctorado, y con una importante trayectoria como catedrático, impartiendo clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se podía intuir que tuviera un especial interés por mejorar la educación. Si alguien entiende la importancia de ésta para la movilidad social, es él.
NO ES DEMAGOGIA
Segundo, no está tomando el tema educativo como bandera política ni para quedar bien con nadie. Todo lo contrario, ha asumido el desafío de elevar la calidad educativa y abatir el analfabetismo con la convicción de que la mayor apuesta para detonar el desarrollo y el progreso de Chiapas es la educación.
Esto puede constatarse por las políticas, estrategias y programas puestos en marcha para alcanzar esos objetivos. Los cuales son visibles y realizables.
Eduardo Ramírez ha demostrado a lo largo de su carrera política ser una persona sin dobleces ni dobles discursos. Habla con la verdad por delante y con la seguridad y convicción de obtener las metas trazadas. Además, siempre ha cumplido lo que promete.
Ejemplo de ello es el tema de seguridad. En su toma de protesta dijo que en los primeros cien días daría avances en el combate a la inseguridad y que al cumplir los primeros seis meses de su administración la paz de Chiapas estaría recuperada. Y lo cumplió.
Al llegar a los cien días los índices de seguridad mejoraron y, cuatro meses después de haber tomado las riendas del gobierno, el Inegi confirmó en su Encuesta Nacional de Percepción de Seguridad Urbana que Chiapas se ubicaba como el segundo estado más seguro del país, con las menores tasas de incidencia de delitos de alto impacto y delitos generales.
Este martes reciente, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el delito de homicidio doloso presentó una disminución en el promedio diario de 58.2 por ciento.
En menos palabras, en un periodo menor al propuesto logró recuperar la paz social y reestablecer la tranquilidad.
En cuanto al tema educativo, Ramírez Aguilar cambió la política pública e implementó dos programas, más la instauración de la Beca Rosario Castellanos para la Alfabetización en Chiapas, que no dejan lugar a dudas de que la batalla contra la ignorancia es un objetivo claro y que involucra a distintas dependencias gubernamentales, como la Secretaría de Educación y la Secretaría del Humanismo.
Cuando los gobiernos de antes gastaron litros y litros de saliva, y cientos de millones de pesos en la difusión de falsos logros en materia educativa, como la supuesta construcción de una aula cada tres horas y la inexistente dispersión de apoyos para las escuelas de la entidad, que terminaron por ser tapadera de corrupción y pretexto para el desvío de recursos públicos, en esta Nueva ERA los programas “Chiapas Puede” y “Conecta Chiapas” son una realidad que está cambiando la vida de miles de chiapanecos a través de becas y diversos apoyos a niños y jóvenes estudiantes.
El programa Chiapas Puede es una iniciativa del Gobierno del Estado enfocada en la alfabetización de personas mayores de 15 años, y su objetivo principal es reducir el analfabetismo y brindar a los adultos la oportunidad de aprender a leer y escribir, mejorando con ello su desarrollo personal y calidad de vida.
Nada más durante la jornada de trabajo del martes pasado en Chilón y Ocosingo se entregaron mil apoyos económicos de mil pesos a las personas que iniciaron el proceso de aprendizaje y recibirán otros tres mil al culminar.
Conecta Chiapas, por otro lado, ofrece internet gratuito a estudiantes de preparatoria y universidad para apoyar su formación académica. A través de este programa se entregan chips con datos móviles y acceso a la red de redes y llamadas ilimitadas. Así no habrá pretexto para que investiguen, realicen sus tareas y, asimismo, se apoya a la economía de las familias que ya no tienen que hacer este fuerte gasto.
LOS LOGROS
Tercero, y no menor en importancia, los logros.
Con Chiapas Puede se tiene la meta de alfabetizar a 200 mil chiapanecos este 2025, lo cual representa un reto importante al estimar que hay alrededor de medio millón de personas que no saben leer y escribir, que equivale al 13 por ciento de la población total.
No obstante, en estos ocho meses ha obtenido avances significativos con la implementación de un modelo pedagógico intercultural bilingüe, y el fortalecimiento de los círculos de estudio. Amén de que se han establecido convenios de colaboración con distintas instituciones, como universidades y hasta con la Sedena, para ampliar el alcance del programa y se ha reconocido la labor de alfabetizadores y docentes.
Con Conecta Chiapas, que está siendo una herramienta eficaz tanto para estudiantes como para alfabetizadores, con la entrega de teléfonos Alfacel, ya se ha beneficiado a más de 32 mil jóvenes en 37 municipios.
Por estas razones celebro que el gobernador Eduardo Ramírez le esté apostando a la educación como instrumento para mejorar la competitividad y la calidad de vida de los chiapanecos.
Y estos logros nos demuestran su compromiso con la erradicación del analfabetismo y la promoción de la justicia social a través de la educación. Lo cual también nos dice que, en la medida en que se logren las metas, él será recordado como le gustaría: ser el gobernador que ganó la batalla contra la ignorancia.
yomariocaballero@gmail.com