Editorial
Debemos reconocer que nos equivocamos. Hasta hace una semana se creía, y
nos incluimos, que en Morena se daría un golpe de autoridad para desacreditar los
ataques “infundados” de los partidos de la oposición, aprobando la reforma contra
el nepotismo electoral a partir del 2027. Pero, no, ¡ohh!, ingrata sorpresa para el
pueblo mexicano, la Cámara Alta decidió darle paso a la unidad interna de la
Cuarta Transformación, para no romper con el proyecto de nación, y, entonces,
echar para atrás lo inicialmente programado que era aprobar la iniciativa con
efectos para las elecciones intermedias de 2027, para prolongar su efectividad
hasta dentro de 5 cinco años.
Bueno, como estará la intensidad de las fuerzas internas entre los partidos
Morena, Verde Ecologista de México, y del Trabajo, que la propia presidenta de
México, Claudia Sheinbaum e impulsora de la reforma, tuvo que agachar la
cabeza ante el desaire que se le formó en el Senado de la República, donde las
fuerzas del Verde se impusieron para que la iniciativa contra el nepotismo electoral
no aplique dentro de dos años, pues su objetivo es retener la gubernatura que
tienen en San Luis Potosí.
El nepotismo, lamentablemente, abre la puerta para favorecer de manera directa a
familiares dentro del gobierno y es evidente que la corrupción y la falta de
confianza en quienes asumen el poder de esta manera son los males que no se
han podido corregir.
El nepotismo seguirá solapándose y por tanto, los gobernadores o gobernadoras y
presidentes municipales y alcaldesas podrán heredar sus puestos, bajo una
elección disfrazada, sin que haya alguna ley que los sancione.
El tema no es este al final, sino que los aspirantes que han hecho talacha al
interior de los partidos que hoy están en poder, son relegados a segundo término.
A nivel nacional ya se frotan las manos Ruth González, senadora por el PVEM y
esposa del gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, para que sea la que
lo releve.
Este partido fue la piedra en el zapato para endurecer las negociaciones y se lo
permitieron, pues como dice sin ningún empacho el presidente de la Mesa
Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, la modificación y aprobación de
la ley para que aplique a partir del 2030 fue “para privilegiar unidad con el Partido
Verde. Pudimos sacar la votación sin el partido Verde, pero al final se inclinaron
por mantener la unidad de las fuerzas partidistas.
Lo que es lo mismo, el miedo no anda en burro, tanto que Morena tuvo que ceder
por que dejar que el Verde se revele es como darle alas a la oposición para que
tome fuerzas. Mandar el mensaje de debilitamiento en el cónclave que han hecho
Morena-PVEM y PT, sería una locura, y por ello no podías darse el lujo de
permitirlo el partido en el poder.
El Partido Verde es la segunda fuerza política en el país, así es que con todo y
bravura que dice tener Fernández Noroña tuvo que salir a reconocer que no
pudieron controlar a su aliado.
Con esta presión equiparada con una olla exprés, salió ganón el senador Félix
Salgado Macedonio, quien podrá postularse como candidato al gobierno de
Guerrero, que hoy encabeza su hija, Evelyn Salgado, y aunque niegue que no le
interesa, sólo habría que retomar lo que dijo hace un par de meses cuando
celebrando su cumpleaños número 68, sostuvo que aún está chavalo para poder
gobernar a su estado.
El mismo caso es para el senador Saúl Monreal, quien podrá suceder en el cargo
a su hermano David Monreal y con el serían tres los que hayan gobernado
Zacatecas, pues el primero fue el hoy presidente del Senado, Ricardo Monreal
Ávila.
Pareciera intrascendente la sumisión pública a la que fue exhibido Morena, pero
sólo hay que recordar que serán 16 estados donde habrá elecciones antes del
2027, todos gobernados hoy por Morena, donde podrán hacer lo mismo,
imponiendo o dejando a sus amigos o familiares, sin que la ley se los prohíba.
Dijimos que nos habíamos equivocado al decir que el nepotismo desaparecería y
que, en el ámbito local, los alcaldes ya no podrían dejar a su parentela, pero todo
parece indicar que esta ventana seguirá abierta para que los potentados caciques
de algunos municipios como La Concordia, San Fernando, sigan imponiendo su
política.