José Cancino
Traficantes de gasolina comenzaron a operar este jueves en Cacahoatán y Tuxtla Chico, localidades fronterizas con Guatemala, para vender a altos precios los galones del combustible a usuarios del transporte público y privado.
Los ambulantes se posicionaron en la salida de ambas localidades para “ofertar” 20 litros por un costo de 600 pesos, cuando la misma cantidad en las gasolineras oscila en los 468 pesos de magna y 489 en el caso de premium.
El trasiego del líquido flamante se ha dado a través del Río Suchiate, proveniente de municipalidades como Malacatán y Catarina, en el departamento de San Marcos, para después comercializarla a través de tricicleros y conductores de mototaxis en los municipios del sureste de Chiapas.
En varios puntos, motociclistas se han posicionado de forma intermitente para vender los galones de gasolina a desesperados automovilistas, que no han podido obtener en los pocos establecimientos que han abierto para llenar los tanques de almacenamiento y proveer a quienes hacen fila hasta por una hora para poder tener con qué movilizarse durante las próximas horas.
El tráfico de gasolina ha generado la movilización de cuerpos policiales municipales y estatales, lo que ha propiciado que estos vendedores piratas se ahuyenten, pero al pasar de algunas horas han vuelto a salir a los alrededores de las gasolineras de Tuxtla Chico, Cacahoatán, incluso en Frontera Hidalgo, para comercializarla.
No alcanza para todos
Este mismo jueves, trabajadores pensionados que mantienen bloqueado el acceso y salida de pipas en la Terminal de Almacenamiento de Pemex, en Puerto Chiapas, abrieron paso por espacio de cuatro horas para que salieran estos tanques cisterna a proveer a algunas despachadoras en la frontera sur.
Sin embargo, la distribución que se ha dado de 20 mil litros por cada estación que fue abastecida, ha sido insuficiente para todos los automovilistas que han acudido para rellenar sus tanques de combustible.
“Va a continuar el desabasto, porque ahorita vino una pipa aquí a Tuxtla Chico pero no mandan más, porque le están dando prioridad a Tapachula, entonces allá también está el mismo problema porque es demasiada la demanda que no alcanza”, señaló uno de los empleados de este establecimiento en dicha localidad fronteriza.
La venta de gasolina en los municipios fronterizos a donde han llegado pipas este jueves, se ha limitado a 500 pesos por automóvil, pese al descontento de muchos usuarios que han intentado llenar a tope sus tanques.
El desabasto y tráfico de combustible guatemalteco se da en medio de la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Tapachula, tema del cual dijo se está atendiendo para resolverlo con prontitud, pero el panorama se ve complicado.

