Valeria Córdova
“¿Quién ayuda a los que ayudan?”, se pregunta doña Piluchita mientras, sentada en una silla de plástico, observa a sus perros. La mujer tiene 76 años y 30 de estos se ha dedicado al rescate de animales en situación de calle en Tapachula. Hoy, con el peso de la edad y enfrentando una dura batalla contra el cáncer, necesita apoyo.
Quienes conocen a Carlota García García, nombre real de doña Piluchita, saben que ni las inclemencias del clima ni la falta de dinero, fueron motivos para detenerse en la ayuda de estos nobles seres de cuatro patas. De manera paradójica, fue durante uno de sus últimos rescates, cuando comenzó a sentir un dolor en la espalda baja, que tiempo después sería diagnóstico como cáncer en el riñón.
“Desde que empecé con esta enfermedad he bajado mucho de peso. Las quimios acaban a uno y no he estado bien. La verdad ya no puedo tener a mis animalitos, me duele en el corazón darlos porque unos ya tienen muchos años conmigo, pero me encuentro en la penosa necesidad de buscarles un buen hogar a tiempo”, dice.
La señora de la tercera edad, vive en una casa modesta junto a su hijo con capacidades diferentes, su otra hija y nieto. Además del deterioro en su salud, enfrenta una difícil situación económica ya que debe viajar a Tuxtla Gutiérrez cada seis semanas, porque en el IMSS de la ciudad no hay especialista que pueda brindarle su tratamiento oncológico.
Ante este difícil panorama, García García también ha pedido a la población tapachulteca cualquier tipo de donativo, que le ayude a cubrir los gastos de sus traslados a la capital o del cuidado de sus rescatados, mientras encuentran un hogar.
“Sé que la situación es dura, precaria, pero pido que me apoyen con lo que puedan. Yo no puedo ir en autobús porque me es incómodo y tengo que pagar viaje en auto. Recibo también alimento para mis perritos o dinero para sus medicamentos y vacunas que requieren. Sobre todo, si alguien quiere adoptar, puede venir a mi casa para que le explique el proceso”, indica con un cierto tono de tristeza.
En sus tres décadas como rescatista, doña Piluchita ha apoyado a más de 200 animales. Aun cuando mucha gente ha criticado su labor, ha enfrentado sola un problema producto de la irresponsabilidad de otras personas y la inacción de las autoridades, por reducir la sobrepoblación de animales en situación de calle.
Ahora, solo espera que Hugo, Paloma, Iker, Tigresa y el resto de sus 14 perritos encuentren un buen hogar.
