La educación y la escuela como institución se asumió como práctica de vida en la antigüedad del que derivaron conocimientos y se sociabilizaron ideas que siglos después se instituyó como acción formativa en colegios y escuelas, para ser hoy un derecho humano universal cuyo ejercicio se expresa en escuelas públicas basado en la libertad de pensamiento y creencias, siendo en México retomada la educación pública laica en la Constitución de 1917; aunque destaca la historia que en el año 1533 se fundó el primer colegio de Santa Cruz de Tlatelolco; en 1551 la primera Universidad real y pontificia y; la primera escuela normal en Veracruz se fundó en el año de 1887.
El nacionalismo, la historia, el civismo, matemáticas, español y el himno nacional marcaron la idea formativa educativa del mexicano en el año de 1921 en el gobierno de Álvaro Obregón que creó la secretaría de educación pública y consecuentemente las escuelas públicas y formación de un ejército de Maestros de Educación Básica que formaron grandes hombre y mujeres que incidieron en la historia de México, deviniendo una serie de reformas educativas donde los pilares del conocimiento objetivo y formativo no se han detenido en la esencia humana y si, en la formación de recurso humano capacitado para el servicio económico y administrativo del sistema social y económico nacional.
En el año 2020 la educación como instrumento formativo tiene un giro importante en la perspectiva de dejar de entrenar a robots para formar humanos con identidad, creativos y empáticos, considerando la Nueva Escuela Mexicana NEM en los procesos formativos de primaria, secundaria y preparatoria cuatro campos formativos: lenguaje; saberes y pensamiento científico; ética, naturaleza y sociedad y; de lo humano y lo comunitario; que parte de lo comunitario a la vida pública general; de los saberes originarios a los conocimientos científicos; considerando en su estrategia la autonomía de los programas educativos en cada una de las escuelas, cuyos contenidos se delimitan en los campos formativos citados.
En este marco de referencia, repensando a la educación y el objetivo formativo en tiempos de transformación y cambios sociales se propone una primera plataforma de saberes y conocimientos necesarios en la formación de niños y jóvenes relativo al SABER DE LOS SABERES comunitarios y entornos para concebir el conocimiento científico, donde es importante considerar contenidos educativos relativos a la Identidad e Historia; Territorios y biodiversidad; Lenguajes y Lenguas; Saberes y culturas; Matemáticas; Organización y orden social; además de deportes y expresiones culturales; como conocimientos básicos basados en la realidad social, territorial, biodiversa y cultural que permita explicar la existencia social comunitaria.
Una segunda plataforma de saberes y conocimientos en la Educación media como secundarias y preparatorias. busca considerar la formación integral del individuo: Intelectual, físico, moral y social; el SABER SER Y SABER HACER. Cualidades y actitudes. SABER HUMANÍSTICO y PENSAMIENTO CRÍTICO, donde el eje central es trabajar en el pensamiento de la existencia humana en una sociedad en movimiento y transformación, proponiendo áreas educativas que atiendan la Epistemología, gnoseología y semántica; Lógica y ética; Hermenéutica y Escritura; Axiología y Civismo; Humanismo e interculturalidad; democracia y derechos humanos; Arte y estética y; Desarrollo humano e inteligencia artificial.
El objetivo de esta segunda plataforma educativa y formativa es el concebir que primero percibo, objetivismo y siento; luego pienso, entiendo, critico, aporto, construyo y reconstruyo saberes; en una Educación que considere la totalidad del individuo: Intelectual, físico, moral y social. Donde la educación destaque la importancia de aprender a gobernarnos como ciudadanos mediante la democracia incluyente participativa, donde las relaciones interpersonales son fundamentales para el ejercicio de la soberanía; trabajando todos en la conciencia y contacto humano, la empatía, amor, creatividad y razonamiento lógico y complejo, la estrategia y trabajo en equipo.
Una tercera plataforma atiende lo relativo al SABER INNOVADOR Y TRANSFORMADOR, pensamiento científico y creativo, donde los contenidos educativos deben versar sobre las ciencias, tecnologías y la inteligencia artificial IA, fortalecidos con todo el bagaje de la filosofía moderna y contemporánea que fundamentan las ciencias de hoy, teorías y metodologías: Esta plataforma busca formar al profesional pensante y transformador con humanismo en cuyo proceso identifique su potencial creativo.
Las dos primeras plataformas expuestas atienden la formación a partir de lo comunitario, el territorio y sus componentes natural y cultural; centrándose en el dilema del saber, comprender y explicar que SABEMOS LO QUE SABEMOS y a qué responde la construcción de los SABERES DE HOY; para asumir con pensamiento crítico el uso y fines de la ciencia y la tecnología, asumiendo que la tecnología es neutral dependiendo si somos buenos o malos; o según como la usemos y ocupemos. El pensamiento humano critico humanístico es el motor del desarrollo, responsable del sostenimiento y alcances de la ciencia y la tecnología.
Concluimos destacando que la tecnología rebasó a la ciencia transformando la vida social; entretenimiento, comunicación; transporte y; el trabajo. La tecnología ha cambiado todo, obligándonos a trabajar en mejorar nuestra conciencia humana basados en una formación educativa donde la segunda plataforma expuesta es la columna vertebral de la educación humanística e intercultural sustentada en el pensamiento libre, crítico y democrático, derechos humanos, solidaridad, empatía, innovación, desarrollo social, económico y humano y; bien común; sobre lo cual se deberá construir contenidos educativos que armonicen lo subjetivo con lo objetivo de los saberes en su diversos contextos; repensando a la educación humanizándola en la libertad social armónica y la democracia.
La libertad no es estrictamente hacer lo que queremos, sino entender por qué y para qué queremos lo que hacemos; formándonos para ser capaces de entender y pensar nuestra época, enseñándonos a vivir, hacer y transformar., Todas las libertades tienen límites u oportunidades delimitados en la educación, el orden social y legal, humanismo e interculturalidad.