Se rumora entre los concesionarios un aumento de 8 pesos al servicio del colectivo; parque vehicular en pésimas condiciones mecánicas
Ainer González / Diario de Chiapas
Una vez más el transporte público en la modalidad de colectivo de Tuxtla Gutiérrez está haciendo de las suyas.
La propuesta de incrementar la tarifa del pasaje en combis a 18 pesos generó el rechazo de usuarias y usuarios de la capital de Chiapas. Las y los pasajeros señalaron que el servicio actual no justifica un aumento, principalmente por el estado en que se encuentran las unidades y por las condiciones que brindan los concesionarios y chóferes en los traslados.
“Noooo, si ya que les hayan subido a 10 pesos ya es un problema para nosotros, no todos somos trabajadores de gobierno, somos personas que vivimos al día”, expresó una usuaria de la ruta 123, quien añadió que el aumento afectaría aún más la economía familiar.
Asimismo, una pasajera de la tercera edad que usa frecuentemente la ruta 73 cuestionó las condiciones de las unidades del transporte público, que a su parecer quedan a deber a las y los usuarios.
“No considero yo (que se dé) el aumento, porque donde yo subo, pésimo servicio, las bancas todas rotas”.
De acuerdo con los testimonios, gran parte de las unidades supera los 10 años de antigüedad, presenta fallas visibles y no ofrece condiciones dignas para el traslado diario. Incluso las unidades recientes carecen de ventilación adecuada, que están diseñadas para funcionar con aire acondicionado, pero los conductores no lo utilizan para reducir gastos de combustible, pese a las altas temperaturas en la capital del estado.
“Los choferes muy déspotas, con malas palabras, eso deberían enfocar los que van a aumentar, cuidar primero su unidad”, señaló otra usuaria.
Mientras que jóvenes y trabajadores expusieron la carga económica que representaría otro incremento.
“El sueldo mínimo se nos está yendo en puro pasaje, más si pagamos más de dos”.
Por su parte, Mario Alberto Bustamante Mendoza, vicepresidente de la Alianza del Autotransporte en Chiapas, señala que el sector requiere apoyo del gobierno estatal para mantener la tarifa actual. Sostiene que un subsidio, similar al aplicado en otras entidades, permitiría ofrecer un costo fijo sin perjudicar a las y los usuarios.
“(En) Otros estados se mantenían dando un buen servicio y vimos que el gobierno les daba una parte y eso hacía que pudieran dar una tarifa diferente”.
El gremio argumenta que renovar una unidad implica un gasto superior a los 900 mil pesos, cifra que la mayoría de los concesionarios no puede cubrir sin incentivos o apoyos públicos. No obstante, es la población usuaria quien demanda un servicio de calidad o en su defecto, que sea el Estado quien brinde el servicio, esto ante la incapacidad de los concesionarios, puntualmente conocidos como “pulpos del transporte”.
