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El aún Comisionado del Instituto Nacional de Migración (Inami), Francisco Garduño Yáñez, ha ordenado a trabajadores de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), participar en la recepción de los migrantes mexicanos que han sido deportados de los Estados Unidos.
Los trabajadores de la mencionada dependencia federal, nada tienen que ver con el tema migratorio, por lo que causó indignación de parte de los familiares de migrantes, al mencionar que “no son animales y tampoco traen enfermedades”.
A decir de los activistas y defensores de los derechos humanos de migrantes, parece que ya es una costumbre ver error tras error del Comisionado Garduño.
“Hay que recordar cuando dijo que iría hasta a marte a buscar a los haitianos o cuando llamó el Pollero de Dios al sacerdote Solalinde, incluso cuando declaró que nadie podía contener a más de 14 millones de extranjeros y por lo tanto llamó exagerado a Donald Trump”, aseveraron.
Ahora, se aventó la puntada de mandar a trabajadores de agricultura para recibir a los deportados, que por cierto solo 14 eran chiapanecos y el resto, según el refri minió de propios trabajadores federales, extranjeros.
Uno de los empleados de Sader de manera anónima manifestó que su jefe les dio instrucciones de asistir a recibir a los deportados que venían de EUA, ya que eran instrucciones de la delegación del Bienestar y de Garduño.
Al parecer, el aún Comisionado del Inami tiene todo el control de la Secretaría de Gobernación (Segob), sin embargo, el empleado de Sader no estaba de acuerdo porque ese tema no les corresponde y prácticamente los están obligando a usurpar funciones, lo cual es un grave delito, pero no tuvo más remedio que asistir por temor a que los despidieran.
“Garduño no quiere ocupar a los empleados de Migración porque no puede distraerlos de su misión principal, pues si les quita el tiempo ejerciendo sus verdaderas funciones, desatienden el negocio de la corrupción que traen en el interior con la venta de documentos”, dijo el empleado.
“Al final de cuentas los repatriados no traen dinero y por lo tanto no representan ganancias para el Cartel de Migración”, señalan los activistas.
Es decir, primero lo que deja y de ahí lo que atonta, por no decir otra cosa, agregaron.
Esta acción no es más que el resumen de lo que fue su administración en el encargo: falta de profesionalismo, de conocimiento, de empatía, violaciones a derechos humanos, corrupción, entre otros flagelos.
