El 24 de abril de 2025, un grupo de migrantes venezolanos protestó frente a la subrepresentación federal zona centro del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tuxtla Gutiérrez, demandando la agilización de los trámites para su retorno voluntario a Venezuela. Los manifestantes expresaron sentirse atrapados en un “limbo migratorio”, sin posibilidad de avanzar hacia Estados Unidos ni de regresar a su país de origen.
Desesperación y Condiciones Precarias
Adelaida Álvarez Aponte, una de las manifestantes, relató su experiencia personal, destacando que, tras sufrir una parálisis facial, ha enfrentado dificultades para obtener una respuesta clara sobre su retorno. Desde que se registró para el retorno el 5 de febrero, no ha recibido información concreta, enfrentando contradicciones entre las autoridades mexicanas y venezolanas.
“No tengo dinero, mi esposo tampoco tiene empleo, y estamos casi a nada de quedar en condición de calle”, expresó Álvarez Aponte.
María Gabriela Quevedo Araújo, otra de las manifestantes, señaló que muchas madres migrantes enfrentan situaciones similares, con hijos de diversas nacionalidades y sin acceso a servicios básicos. Denunció casos de xenofobia y la falta de claridad en los procesos de retorno.
Llamado a la Acción
Los migrantes instaron a los gobiernos de México y Venezuela a coordinar esfuerzos para facilitar vuelos humanitarios y agilizar los trámites de retorno. La falta de documentación y las condiciones precarias en las que viven han exacerbado la crisis humanitaria en la región.
Esta situación refleja la creciente crisis migratoria en el sur de México, donde miles de migrantes se encuentran varados, enfrentando incertidumbre y condiciones adversas.