(Pero las caravanas gratis ya le hicieron un gran daño a México, y Estados Unidos
que opto por la política de la fuerza).
Desde el 15 de enero, (Cinco días antes de la toma de posesión de Donald Trump) la
frontera sur de México, ha empezado a ser otra o diferente a la época de López Obrador,
el interés de las autoridades federales y del propio Instituto Nacional de Migración (INM),
al que se le culpa del “descalabro migratorio” en nuestro país en todo el sexenio pasado,
ha asumido otras poses y actitudes de mayor responsabilidad en su vigilancia migratoria,
una frontera sur mexicana, donde nunca se había observado por ejemplo “helicópteros del
gobierno” sobrevolar el límite fronterizo entre México y Guatemala, helicópteros que
vuelan sobre a ras del rio Suchiate, lanzando señales para aterrar y estremecer a los
migrantes extranjeros que se encuentran en el poblado de Tecún Umán, que es donde se
concentran del lado Guatemalteco el mayor volumen de migrantes extranjeros que
cruzan a territorio mexicano.
Un pundonor y decoro por la defensa de la seguridad nacional de nuestro país,
verdaderamente asombroso, un nacionalismo inédito, nada más que llego seis años
tarde, porque el mal ya se lo hicieron a México, y evidentemente a Estados Unidos, el
primero porque “ingresaron” miles de extranjeros que no se sabe sus nombres y apellidos
y menos sus rostros, y que ahora se sabe pudieron pertenecer a bandas como los
marasalvatruchas, el Tren de Aragua, y otros grupos delincuenciales de gran calado, por
el lado del gobierno de Estados Unidos, asumió precisamente esa “pose dura” de
bloquear su frontera estadunidense con el territorio nacional, y asumir esa
deshumanización de deportar masivamente a decenas de miles de migrantes del país del
dólar sean extranjeros o mexicanos. Hasta que fastidiaron a los gringos, y eso que estuvo
replicando y amenazando siempre Donald Trump y nunca lo pelaron. Lo resultados están
a la vista, donde se llevaron de corbata a los migrantes mexicanos, cuya fama es que son
grandes y responsables trabajadores.
México tendrá que hacer algo en su frontera sur, para impedir que se sigan “metiendo al
país “ extranjeros delincuentes”, por eso la actitud de Estados Unidos, apenas hace horas,
de que “cazaran” a todos los delincuentes extranjeros que se encuentran en Estados
Unidos, y que son los que cruzaron por la frontera de Chiapas-Guatemala, ya urge dejar
esa simulación de seguir engañando con el “petate del muerto” de que el asunto del
fenómeno migratorio en México se va a solucionar “atendiendo las causas”, lo cual ya
fastidia, y nadie cree, porque fue la manera del “chantaje” en el sexenio pasado para que
Estados Unidos aportara dinero a los ´países centroamericanos como lo había hecho
México con sus 100 millones de pesos a cada uno como Guatemala, El Salvador y
Honduras, además de llevar proyectos sociales como ”Sembremos Vida”.
Categóricamente se dice que el “Chantaje mexicano” no dio resultado y lo único que
provocó es que se inundó al país de extranjeros y de paso pasamos a “entrampar” en su
seguridad nacional al país más nacionalista del mundo, como lo es el país de dólar.
Muchos extranjeros de diversos países desde el 2018, entraron por Chiapas, cruzaron
todo el territorio nacional y se brincaron a los Estados Unidos, y fueron gente de países
árabes, chinos, rusos, o sea los enemigos de Estados Unidos, y razón hay de los gringos
para asumir estas acciones, porque lo que cuidan es su seguridad nacional, porque es el
país más bélico del mundo, y hay que cuidarse. Cuantas veces no se dijo en Chiapas, los
medios locales, nacionales y de Estados Unidos, de las denuncias que estaban
ingresando a México chinos, rusos, árabes y grupos delincuenciales como los
marasalvatruchas y del Tren de Aragua.
Por eso México debe de asumir una pose más nacionalista y desechar la “, mentirota” de
que tenemos el corazón muy grande y de que tenemos trabajo para los extranjeros, y de
que todavía le enviamos dinero y programas sociales a sus países, y que por eso le
tenemos que abrir la frontera a todos los extranjeros, y dejarlos pasar libremente, y lo
peor es que los migrantes de buena fe, si buscan inscribirse en los organismos
mexicanos como el COMAR o el propio INM, pero miles quizás se van sin “apuntarse”
porque son delincuentes y facinerosos que aprovechan para colarse a México y saltar a
los Estados Unidos.
No se puede negar que la política migratoria es una política “fallida” en México y que hay
que reencausarla con simplemente aplicar la “Ley de Población” y exigirles documentos a
todos, y agarrar a todos aquellos también que son delincuentes porque se daña a México
y se daña al enojado país vecino. Para empezar la frontera mexicana de Chiapas requiere
su modernización con sus herramientas tecnológicas dignas de México, cambiar toda la
nomenclatura del INM y de aduana, porque lamentablemente la frontera sur sigue siendo
una “vergüenza nacional” por el abandono que le ha propinado México a esta puerta del
sur, donde el clasismo mexicano del centro y norte del país solamente es ver hacia
Estados Unidos, y a la frontera sur la dejan al algarete, porque somos frontera con países
pobres de Centroamérica.
Hoy el problema de la frontera sur, su abandono, su marginación nacional, la alcahuetería
y complicidad del INM y la pésima política migratoria del sexenio federal pasado, tiene en
vilo a los Estados Unidos, porque lo que ocurría en el sur, nomás era de tiempo que se
convulsionara el norte, y los resultados ahí están, un México atrapado por el gobierno
más poderoso del mundo, y que simplemente están reclamando su seguridad nacional,
su estabilidad política y de desarrollo, que a México no le importa, ¿sino le importa la del
pueblo mexicano, como le va a importar la de Estados Unidos?.
Urgen más presupuestos federales para la frontera de Chiapas con Guatemala, ya le
dieron mucho a Yucatán, Quintana Roo Tabasco Campeche, Oaxaca, pero a Chiapas le
cerraron el paso en el sexenio pasado, es con Claudia Sheinbaum, que se diseñó un polo
de desarrollo para Puerto Chiapas y que pronto se podría dar el banderazo, sin embargo,
nosotros nos referimos al asunto del fenómeno migratorio y de aduanas que han sido
“banderas a toda asta, pero para el problema nacional y ahora de los Estados Unidos”,
porque ese fenómeno migratorio de una irresponsabilidad federal del tamaño del
Popocatépetl, es al que tiene a México bajo amenaza de Estados Unidos, y le podrían
decir ”loco” a Donald Trump, pero el hombrecito sabe lo que está haciendo con todo su
equipo previamente matizado en cada uno de los asuntos Estadounidenses.
Soñamos con un Consulado de Estados Unidos en Tapachula, por su labor de gestoría y
apoyo a Chiapas en rubros como el campo, con inversiones federales magnas, y que
Chiapas por vez primera se encarame en el tren del desarrollo nacional como ya está
planeado con el gobierno de Eduardo Ramírez y la presidenta Sheinbaum, y lo mejor que
vengan a invertir empresarios gringos a Chiapas, y ese Consulado es clave y estratégico.
Cuidemos la frontera sur. Chiapas merece eso y más.