Agencias.- Comienza para la Selección Mexicana la ilusión de conquistar por tercera vez en la historia una Copa del Mundo Sub-17. Su entrenador Carlos Cariño se une al sentimiento, con la certeza de que sus pupilos cuentan con la mejor preparación para conseguirlo en Qatar 2025.
Llegó la hora demostrar realmente los resultados de estas concentraciones que tuvimos. El equipo está perfectamente preparado. Sabemos la importancia del primer partido. Los chicos están perfectamente concentrados, ha sido una gira de mucho aprendizaje en todos los aspectos y sobre todo la unión del grupo que se ha generado”, señaló el seleccionador previo al debut de este martes ante la Selección de Corea del Sur.
México tiene una reputación por defender en este certamen, luego de proclamarse campeón de la categoría varonil Sub-17 en las ediciones 2005 y 2011.
“Nuestras fortalezas son muchísimas, somos un equipo con mucha dinámica y que va al frente en cualquier situación, parece que llegamos en perfectas condiciones al Mundial, pero siempre están esos nervios de que quieres que comience la competencia, esos nervios de empezar a mostrar las primeras jugadas y que salgan bien, para agarrar esa confianza”, reiteró Cariño en una entrevista difundida por la Federación Mexicana de Futbol.
“La fortaleza es eso, la unión y que al equipo siempre le gusta ir al frente, es un equipo muy intenso en todas las líneas”.
Además de Corea del Sur, México comparte el Grupo F con las selecciones de Costa de Marfil y Suiza.
(Corea del Sur) es un rival que todos conocemos, hemos dado seguimiento de su capacidad táctica, son muy disciplinados, muy rápidos, verticales, ellos evidentemente con sus armas, pero nosotros debemos de ir en buscar el resultado con presión alta, generar posesiones largas, lo tenemos bien identificado, lo importante es lo que hagamos nosotros en la cancha”, añadió Cariño.
Cabe destacar que las mejores actuaciones de Corea del Sur fueron en las ediciones de 1987, 2009 y 2019, al quedar en cuartos de final.
El estratega no es ajeno a las emociones que rodean a sus juveniles, luego de experimentar como jugador el defender la casaca nacional en un campeonato mundial Sub-20, el de Malasia 1997, en el que México cayó eliminado por Francia, en octavos de final.
Para mí fue algo maravilloso, sobre todo el tema de esa presión linda de vivir otro escenario, los muchachos de ahora lo han vivido en el tema de la liga que juegan en categorías mayores, ellos deben de asumir la responsabilidad, tienen los argumentos y esa presión es linda, porque al final de cuentas lo van a vivir, si es que aspiran a lo más grande”, concluyó el director técnico.
								
								
								
				
								
								
								
								
								
								
								
											



