Mario Caballero
DESEOS 2026
Como casi todos los años, en esta última entrega del año dejo mi lista de deseos para el año que viene.
Deseo que el próximo año todos tengamos salud, trabajo, un techo en el cual resguardarnos, que aprendamos a ser solidarios, amables, tolerantes, respetuosos y mejores ciudadanos, que disfrutemos de caminatas, hermosos atardeceres, buenas conversaciones, que nos acompañemos de amor, la familia, amigos, colegas, música y muchos libros.
PARA MÉXICO
Deseo que el odio y el fanatismo desaparezcan de la conversación pública, de los foros de debate, de las redes sociales, ya que sólo exacerban los enconos entre las personas, grupos y comunidades. México es mejor que eso.
Deseo que se termine la polarización que ha envenenado el corazón de la sociedad, dividiéndonos entre buenos y malos, liberales y conservadores, morenistas y prianistas, chairos y aspiracionistas. Pues sólo ha conseguido dividirnos como mexicanos de primera y de segunda, enemistarnos, bloquear los acuerdos y cegar a la gente, permitiendo al mismo tiempo una escalada de violencia que actualmente nos golpea como un martillazo en la frente.
Deseo que las conferencias de prensa de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sean verdaderos ejercicios de comunicación social, en las que se informe a la ciudadanía sobre las actividades, acciones y decisiones tomadas por el gobierno en aras de obtener el bien común, y no tribunales donde se hagan ajustes de cuentas políticos, se satanice a la oposición, se difame a ultranza a medios y periodistas, se descalifique a los que piensan distinto, se repartan privilegios o castigos a placer, se den órdenes para atacar a actores políticos que cuestionan o que no son parte de la llamada Cuarta Transformación y donde se decrete qué es moral o inmoral, justo o injusto, honestidad y corrupción.
Deseo que la presidenta Sheinbaum tenga el valor, el coraje y la dignidad para marcar un antes y un después entre su gobierno y el de López Obrador. La sombra del expresidente la nulifica en buena medida como mandataria. Es el momento de desarraigar la absurda idea del segundo piso de la cuarta transformación y se inicie una nueva etapa gubernamental donde se impulse una verdadera transformación, en los hechos y no de palabra, y se haga con inteligencia, responsabilidad, compromiso, echando mano de la ciencia y la técnica, y se deje de culpar al pasado por lo que no se ha podido resolver en el presente.
Deseo que el Gobierno Federal reconozca los malos resultados obtenidos en diversas regiones del país en materia de seguridad y combate al crimen organizado. Maquillar las cifras de homicidios, desconocer la estadística de desaparecidos y responsabilizar al expresidente Felipe Calderón de la violencia no solucionará el problema, sólo crea una falsa idea de seguridad y estabilidad social.
Deseo que en los hospitales públicos haya abasto de medicamentos, que reciban los recursos y el equipamiento suficientes para brindar una atención de calidad a la ciudadanía y derechohabientes, que lo niños con cáncer obtengan sus tratamientos y que las famosas Farmacias del Bienestar sean una realidad y no otra farsa, pues ya se descubrió que de las 500 farmacias anunciadas en el Estado de México sólo existe una, la que utilizó la presidenta para hacer el anuncio.
Deseo que los nuevos ministros, jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación actúen con el cabal compromiso de vigilar la preeminencia de la constitucionalidad y legalidad, y no se conviertan en lacayos del poder, en defensores de los poderosos, en impartidores de justicia parciales y en castigadores por consigna.
Deseo, mejor todavía, que las reformas al máximo tribunal del país no terminen por destruir el arreglo republicano que tanto tiempo, sudor y sangre nos costó instaurar.
Deseo que el INE sea un verdadero árbitro electoral, uno que sea imparcial, que mida las acciones de los candidatos y partidos con la misma vara, que ejecute sus sentencias con autonomía, que haga valer y respetar la ley, que organice comicios ejemplares y proteja la voluntad del pueblo.
Deseo que la reforma electoral que está construyendo el gobierno de la presidenta Sheinbaum fortalezca la democracia, mejore las reglas de la competencia por el poder, impulse la transparencia y la rendición de cuentas de los partidos, vitalice los derechos políticos de los ciudadanos y no termine siendo un instrumento para eliminar la oposición y los equilibrios del poder y para consolidar la autocracia iniciada desde el gobierno de AMLO.
PARA CHIAPAS
Deseo que el gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar continúe con la misma firmeza y convicción de transformar la realidad de nuestro estado. Pues en este primer año, son muchos los logros obtenidos. De entrada, se recuperó la seguridad, se restauró el Estado de derecho y se cumplió la promesa de pacificación de la entidad. Además, municipios como Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, que encabezaban la lista de localidades con mayor nivel de percepción de inseguridad, han registrado un avance importante en la restauración de la gobernabilidad y, por ende, la protección y seguridad de sus habitantes.
Deseo que se siga reparando el tejido social, impulsando medidas que ayuden a reducir la deuda pública heredada por las administraciones pasadas, haciendo justicia social a través de obras, acciones y programas, como el de “Chiapas Puede” y “Comedores del Humanismo”, que han coadyuvado a combatir el analfabetismo y favorecer la alimentación de la población más vulnerable, respectivamente.
Deseo que la unidad del Congreso del Estado con el Ejecutivo estatal consoliden la civilidad política, la seguridad y se impulsen las mejores reformas y se construyan los mejores acuerdos en favor de la salud, educación, vivienda y calidad de vida de todas y todos los chiapanecos.
Deseo que el gobierno de Eduardo Ramírez se convierta en un referente de compromiso con la democracia, la justicia, la honestidad y el ejercicio responsable de la función pública. Los chiapanecos confían en que por su tenacidad y profunda vocación de servicio, logrará una administración de puertas abiertas, transparente, vanguardista y que empujará a Chiapas a una situación de desarrollo, progreso y bienestar social.
Deseo que se acabe la impunidad de los que han abusado del poder.
Deseo que Juan Sabines Guerrero, Uriel Estrada Martínez, Carlos Morales Vázquez, Aquiles Espinosa García, Ismael Brito Mazariegos, Amadeo Espinosa Ramos, Hugo Roblero Gordillo, Abundio Peregrino García, Freddy Escobar Sánchez, Rosa Urbina Castañeda, Jesús Domínguez Castellanos, Marcelo Toledo Cruz, Ciro Sales Ruiz, Rutilio Escandón, Sergio Aguilar Rivera, José Manuel Cruz Castellanos, Javier Jiménez Jiménez, Rosa Aidé Domínguez Ochoa y, por supuesto, Horacio Culebro Borrayas, quienes caben en el mismo costal, sean investigados por los señalamientos de su corrupción, desvío de recursos públicos, abuso de autoridad y enriquecimiento ilícito en su contra. Los chiapanecos merecemos justicia y no promesas.
(Esta columna se tomará un descanso. Nos leemos el próximo seis de enero. Felices fiestas).
yomariocaballero@gmail.com




