¿Todos los políticos y todos los gobiernos son iguales?
Si usted respondió que sí, entonces me apena decirle que se equivoca.
Si bien es cierto que la corrupción y la falta de resultados pueden influir en manchar la imagen de los gobiernos de izquierda, derecha y centro en todo el mundo, si vamos un poco más a fondo caeremos en la cuenta de que no todos son iguales.
Por ejemplo, hoy no sería lo mismo en Estados Unidos si estuviera gobernado por Kamala Harris, una mujer progresista, con ideales firmes, temple diplomático y una carrera judicial exitosa. México no viviría la pesadilla del crimen organizado si Calderón no hubiera sido presidente. Chiapas no hubiera alcanzado un endeudamiento de 40 mil millones de pesos de no haber llegado Juan Sabines Guerrero a la gubernatura en 2006.
Creo que con eso basta para ilustrar que no da igual quien gobierne.
Al respecto, el tiempo dio la razón y por eso hoy se vive un sincero deseo de cambio hacia un gobierno humanista.
Los gobiernos humanistas no son de izquierda, derecha y centro. No son liberales ni conservadores. No son capitalistas ni socialistas. Tampoco neoliberales ni estatistas. Son gobiernos interesados en servir a los ciudadanos con dignidad, honestidad y eficacia, y demuestran su compromiso con valores, principios y responsabilidad.
Los gobiernos humanistas tienen centrada su atención en las personas. Por eso es clara su sensibilidad social, siempre presente en las decisiones públicas. No realiza una acción, ni emprende un programa, ni pone en marcha un proyecto, si no hay un beneficio directo en los ciudadanos.
UN GOBIERNO HUMANISTA
El gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar es sin duda humanista.
Su visión de gobierno está arraigada en valores como la equidad, el pluralismo y la democracia. Ahí que el pasado domingo realizara un plebiscito en los municipios de Palenque, Ocosingo, Chilón, Salto de Agua y Tumbalá, donde la población tuvo la oportunidad de decidir si quería o no la construcción de la autopista Palenque-Ocosingo, que mejorará la movilidad y fomentará en gran manera el turismo y el comercio.
La gente aprobó la magna obra con 14 mil 871 votos en Palenque, 8 mil 898 en Salto de Agua, 348 en Tumbalá, 10 mil 48 en Ocosingo y 5 mil 156 en Chilón.
Esto es lo que hace un gobierno humanista, pensar en la gente y garantizarles la inclusión y el derecho a la información. Las boletas que se distribuyeron en las casillas estaban impresas en español, tzeltal y chol, para que todos pudieran participar en este inédito ejercicio democrático en nuestro estado.
También es humanista porque es transparente en el manejo de los recursos, porque combate la corrupción y porque piensa en las futuras generaciones de chiapanecos.
Prueba de ello, es que ha instaurado una dependencia que es pieza medular de la política social, los programas y estrategias que nos hace recordar que el humanismo político se fundamenta en que las personas tengan una vida feliz, digna, justa y dichosa.
SECRETARÍA DEL HUMANISMO
Me refiero a la Secretaría del Humanismo.
Durante muchísimos años, especialmente en la época dorada del PRI, esta institución que conocimos como Sedesol, luego Sedepas y hasta hace poco como Secretaría del Bienestar, administró un presupuesto envidiable, holgadísimo, ya que tenía a su cargo los programas asistencialistas del gobierno.
Sin embargo, diversos análisis de su desempeño indican que aún con todo ese dineral no logró cambiar la calidad de la vida de los chiapanecos. Por el contrario, consiguió ahondar la desigualdad y fomentó la corrupción. Muestra de ello es que muchos de sus titulares terminaron demandados por desvío de recursos públicos, peculado y enriquecimiento ilícito.
En la administración anterior, derivado de la centralización del Gobierno Federal en el manejo y control de los programas sociales, la Secretaría del Bienestar estatal fue prácticamente un cascarón vacío. Tanto así que casi nadie supo quién era su titular.
De hecho, en el reciente cambio de gobierno no hubo proceso de entrega-recepción. Y hasta donde es posible contar en los seis años pasados sólo se dedicó a entregar despensas en algunos municipios, un total de 2 mil cada año.
En la Nueva ERA, la Secretaría del Humanismo tiene la enorme responsabilidad de hacer realidad el slogan del Gobierno del Estado: “Humanismo que transforma”.
¿LO ESTÁ LOGRANDO?
Sí.
Bajo la dirección y visión del Dr. Francisco Chacón Sánchez esta nueva dependencia tiene entre sus funciones cerca de una docena de programas que están logrando hacer justicia social a diversos sectores de la población. Por motivos de espacio enumeraré sólo cuatro.
Empiezo con el programa “Jornadas del Humanismo”, cuya finalidad es combatir la pobreza y la desigualdad. Opera con la colaboración de diversas instituciones estatales y lleva a cabo programas de autoempleo, ferias de empleo, módulos de alfabetización, talleres de formación en habilidades digitales y oficios; asimismo, jornadas médicas gratuitas, con consultas generales, pediatría, ginecología, odontológica, estudios de laboratorio, entrega de medicamentos esenciales y campañas de vacunación y prevención de enfermedades.
También realiza actividades culturales y recreativas, talleres de resolución de conflictos y participación ciudadana, entre otros.
Otro de sus objetivos es acercar los servicios públicos a la sociedad. Pues como lo mencionó el secretario Chacón Sánchez en el arranque del programa en la colonia El Jobo de Tuxtla Gutiérrez: “las Jornadas del Humanismo es uno de los proyectos prioritarios de este gobierno, ya que contribuye a la construcción de una sociedad más fuerte y un estado más próspero”.
Con el programa “Conecta Chiapas”, la Secretaría del Humanismo ofrece servicio gratuito de internet, redes sociales y llamadas ilimitadas para los estudiantes de preparatoria y universidades de Chiapas. Lo cual representa un apoyo sustancial para la educación de los jóvenes y para la economía de las familias, que no tendrán que desembolsar para los trabajos y tareas de investigación de sus hijos.
Con los “Comedores del Humanismo” contribuye a fortalecer el derecho a la alimentación de la población vulnerable, mediante la distribución de alimentos sanos, variados y suficientes, que son preparados por especialistas de la nutrición.
Este es un avance en la erradicación del hambre y la desnutrición en Chiapas, sobre todo considerando que más de un millón de personas no pueden procurarse una alimentación diaria, según datos del Coneval de 2020.
Por último, el programa “Cero Corrupción”, que tiene el fin primigenio de combatir cualquier acto fuera de la ley y recuperar la confianza de los chiapanecos en sus autoridades. Para ello, se ofrecen canales a través de los cuales la Secretaría del Humanismo acerca la justicia a la ciudadanía, a la vez de que promueve la denuncia, gestiona y da solución a las quejas, reportes y solicitudes. No más impunidad para los servidores públicos.
NO SON IGUALES
Por esto decía al inicio que no todos los políticos y todos los gobiernos son iguales. El gobierno de Eduardo Ramírez está priorizando soluciones justas, equitativas y dignas para todos. Y a través de la Secretaría del Humanismo está canalizando estas soluciones que están teniendo ya un impacto en la vida de los chiapanecos.
yomariocaballero@gmail.com