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La noche del 21 de noviembre, a las 22:00 horas, la Fiscalía Especializada en Combate al Abigeato de Tuxtla Gutiérrez y Tonalá implementaron un operativo carretero que permitió el aseguramiento de dos camiones, que transportaban más de treinta canales de res, presuntamente de procedencia ilícita.
Los animales habían sido sacrificados horas antes dentro del rastro municipal de Mapastepec, dependencia que ya había sido señalada desde años atrás por operar con controles sanitarios insuficientes y procedimientos fuera de norma.
Este sitio ha acumulado señalamientos por permitir la entrada de ganado sin acreditación de propiedad, operar en horarios sin supervisión veterinaria, sacrificar animales sin bitácoras completas y autorizar la salida de canales sin documentación sanitaria oficial, por lo que este operativo confirma que estas prácticas no eran aisladas, sino parte de un patrón sostenido de irregularidades.
De manera extraoficial se supo que durante la inspección, los operadores no pudieron acreditar la propiedad del ganado ni presentar documentación válida. La papelería mostrada presentaba alteraciones visibles, números inconsistentes y ausencia total de trazabilidad.
Los agentes procedieron al aseguramiento de la carga, la inmovilización de los vehículos, así como la detención de ocho trabajadores; todos ellos pertenecientes al nivel operativo de los traslados.
Información recopilada en la región indica que la carne tenía como destino los mercados de las regiones Costa y Soconusco, principalmente de Tapachula, distribuidores locales y puntos comerciales asociados a introductores de la zona.
Productores ganaderos señalan que el esquema detectado coincide con prácticas previamente denunciadas y vinculadas a la Asociación de Tablajeros de la Costa de Chiapas A.C., representada por Mario Moreno Sánchez.
La organización ha sido señalada por movilizar carne sin trazabilidad, operar fuera de horarios permitidos, realizar sacrificios sin acreditación de propiedad y generar competencia desleal hacia ganaderos formales.
El operativo vuelve a colocar a esta asociación en el centro del debate público.
Las más de treinta canales quedaron bajo resguardo oficial para análisis sanitario.
Los camiones fueron asegurados e incorporados a la cadena de custodia para determinar su participación en actividades irregulares.
Entre tanto, la Fiscalía inició la revisión de bitácoras del rastro de Mapastepec, videos, registros de ingreso y salida, así como la verificación del origen del ganado sacrificado.
La investigación continúa. Entre los puntos pendientes destaca la identificación del propietario del ganado sacrificiado, la revisión de guías y fierros, la verificación del estado sanitario de los animales, la posible existencia de rutas alternas utilizadas previamente y la relación entre los detenidos y la estructura organizadora de los movimientos irregulares.
Las irregularidades detectadas representan riesgos sanitarios, económicos e institucionales. La carne sin trazabilidad puede provocar riesgos de salud pública; el ingreso de producto irregular afecta a ganaderos formales; y la falta de supervisión expone la debilidad de los sistemas de control en rastros municipales y puntos de distribución.
Las autoridades deberán determinar si esta investigación avanzará hacia la desarticulación total del esquema o si continuará la impunidad, que por años ha caracterizado a la operación irregular de carne en la Costa de Chiapas.
