EL CLAN MORALES

Letras Desnudas Mario Caballero

Se comenta en los corrillos políticos que los hermanos Morales Vázquez están gritando a los cuatro vientos que son dignos servidores públicos y merecedores de todo reconocimiento. Inclusive, han llegado a la desfachatez de proclamarse como los mejores elementos de la Cuarta Transformación y anuncian que ellos serán los protagonistas en las elecciones del 2027 en Chiapas.

Lo que dicen, absolutamente, es un insulto a la inteligencia. Juntándolos a todos, no sale uno bueno. ¿Pues de dónde son dignos? Al parecer no se acuerdan que se hicieron de grandes fortunas al margen de la ley y, sobre todo, que han hecho con el poder lo que les ha venido en gana.

Por eso, hoy les daremos una refrescada a su desmemoria.

JORGE

Empiezo con Jorge.

De todos, es el que lleva la vida más licenciosa y libertina. En parte, quizá, por su personalidad reprimida. Tiene por costumbre ofrecer tremendas fiestas en sus suntuosas residencias, en las que el whisky, el champán y los canapés se sirven a raudales. Además, es extravagante (por no decir chocante) en su forma de vestir. Ni Huicho Domínguez vestía tan naco.

Ha vivido siempre bajo la sombra de sus hermanos Plácido y Carlos. Dicho de otro modo, se alimenta de las migajas que le caen.

Con Carlos no le ha ido bien, sino fantástico. Por ejemplo, cuando Carlos negoció cederle la candidatura a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez a Jaime Valls, en 2006, él obtuvo la administración del Centro de Convenciones. Su desempeño estuvo plagado de irregularidades. Fue acusado de malversación de recursos, hostigamiento laboral y fraude.

En 2012, cuando Carlos negoció con el exgobernador Manuel Velasco Coello ser secretario de Medio Ambiente tras perder la elección a la presidencia municipal contra Samuel Toledo, Jorge se convirtió en el principal operador y ejecutor de los negocios turbios de su hermano en esa dependencia.

Para empezar, obtuvo la administración del restaurant El Aguaje, que Carlos le arrebató a la señora Imelda López a través de tretas legaloides. También se dijo que recibió obras por adjudicación directa como la construcción de la barda perimetral del Zoológico Miguel Álvarez del Toro por la cantidad de 50 millones de pesos.

En los seis años pasados fue señalado de ser el operador financiero de Carlos en el Ayuntamiento capitalino. Lo acusaron de entregar la obra pública a empresas ligadas a su familia y hasta de ordenar a que comercios se realizarían las compras de materiales, así como la contratación de la mano de obra y la renta de maquinaria.

La historia de Antonio Morales es muy similar a la de Jorge. Es un tipo sin personalidad, un fracasado, pero ha ganado mucho dinero siendo cómplice de sus hermanos. Vive como todo un potentado a costa de lo que éstos han logrado traficando influencias.

CARLOS MORALES

Vayamos, ahora, con Carlos. ¿De dónde es una persona honorable?

En 1995, teniendo 31 años y siendo diputado local por el PRI, votó en contra de su hermano Plácido, a quien le faltó un voto, el de Carlos, para convertirse en gobernador interino de Chiapas tras la dimisión de Eduardo Robledo Rincón. Sí, Carlos Morales eligió a Julio César Ruiz Ferro y no a su carnal. Prefirió a quien es considerado uno de los autores intelectuales de la matanza de Acteal.

Carlos no tiene ideología. Ha sido del PRI, del PRD, ha trabajado para el PVEM y fue alcalde de Tuxtla Gutiérrez por el PES y se reeligió con las siglas de MORENA.

En su periodo como diputado local y federal no se le recuerda una sola iniciativa. Y siendo regidor se le acusó de ser tapadera de las corruptelas de la exalcaldesa Victoria Rincón, quien endeudó a Tuxtla por más de cien millones de pesos.

Tras su paso en la Secretaría de Medio Ambiente fue acusado de nepotismo, desvío de recursos públicos, acoso laboral y tráfico de influencias. Sus hermanos, primos, sobrinos y hasta su yerno, René Alcocer, ocuparon puestos clave. Asimismo, se dijo que hizo negocios ilegales con empresas acusadas de contaminación ambiental, como Cales y Morteros del Grijalva y Proactiva, hoy conocida como Veolia. Se presume que éstas le dieron fuertes sumas de dinero a cambio de protección.

Hasta hace algunos meses, como alcalde de la capital fue señalado de corrupción, desvío de recursos, de simular convocatorias de licitación pública, de no transparentar los ingresos municipales como el de los baños públicos, panteones, mercados y parquímetros, de alterar los importes del servicio de agua potable y, por si fuera poco, hay investigaciones pendientes en la Auditoria Superior del Estado por la adquisición de 3834 contenedores de basura por un monto de más de 28 millones de pesos que realizó por adjudicación directa a la empresa Veolia, que fue su preferida.

PLÁCIDO

El caso de Plácido Morales es de pena ajena. A sus ochocientos años todavía sueña con ser gobernador de Chiapas. A diferencia de sus hermanos, se autopromociona como intelectual, aunque sólo ha dado clases e impartido alguna que otra ponencia. No hay registros confiables de su contribución al mundo del saber.

Al no ser elegido gobernador interino por culpa de su hermanito Carlos, se dedicó a echar pestes contra Ruiz Ferro. Pero al mismo tiempo era señalado por el abogado Gerardo Pensamiento de haber robado cinco millones de pesos de un fideicomiso. Tras la acusación, huyó del estado.

En enero de 2008, Juan Sabines Guerrero lo invitó a su gobierno y lo nombró secretario de Pesca y Acuacultura. Lo primero que hizo fue meter a su familia a la nómina y salió tras los señalamientos de desvío de los fondos de los programas sociales y condicionar los beneficios. Luego, Velasco Coello lo designó Coordinador General de Gabinete con un sueldo de 150 mil pesos mensuales. Empero, en lugar de cumplir con la encomienda se dedicó a hacer campaña política, fortalecer sus relaciones con los hermanos López Obrador y lanzar campañas de desprestigio en contra de los demás funcionarios.

Sin embargo, no hay mejor dato para demostrar su mediocridad como persona y servidor público que su desempeño como presidente municipal de Ocozocoautla.

Fungió de 1980 a 1982. Fue implicado en el robo a las arcas del pueblo y en la sustracción de una colección de libros en lengua zoque de la biblioteca municipal, de la que fuentes a este columnista aseguran que la tiene guardada en su casa de Coita, ubicada en la rivera Tzu-Tzu.

No es todo. Hizo que varios muebles de la alcaldía fueran llevados a su residencia, así como un transformador de la escuela preparatoria, bancas del parque municipal y hasta intentó llevarse la mesa de madera de cedro que era utilizada en las sesiones de cabildo.

Por cierto, ¿se acordará el dizque intelectual que una noche tuvo que salir huyendo dentro de la cajuela de un automóvil vestido de mujer para no ser alcanzado por las autoridades?

INDIGNOS

Dice Savater: “¿Sabes cuál es la única obligación que tenemos en la vida? Pues no ser imbéciles. La palabra imbécil viene del latín baculus que significa bastón: el imbécil es el que necesita bastón para caminar”.

Lo de Savater les queda como anillo al dedo a los hermanos Morales Vázquez, que se engañan a sí mismos sobre lo que son en realidad. Necesitan apoyarse en la farsa para poder caminar. Son corruptos, deshonestos y oportunistas, no hombres con dignidad.

yomariocaballero@gmail.com

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