Amílcar García
Juan Carlos “N”, mejor conocido como «El Chester», quien fue ejecutado a balazos la noche del pasado martes en las inmediaciones de la colonia «Cañaveral» de Huixtla, contaba con gran historial delictivo.
Autoridades estatales y municipales dieron a conocer que, desde su adolescencia, el hombre originario de Sesecapa, en Tuzantán, comenzó a realizar actividades ilícitas en la región.
El 15 de septiembre de 2015 fue víctima de un atentado a balazos frente a las instalaciones del Juzgado Civil de Huixtla. En ese entonces, fue auxiliado por paramédicos de Protección Civil y trasladado a un hospital, donde logró recuperarse.
Tras ese ataque, fingió su muerte. Incluso, su familia colocó un listón negro en la puerta de su vivienda, lo que reforzó la idea de su supuesto fallecimiento. No fue sino hasta octubre de 2019 que reapareció públicamente en Huixtla, cuando fue detenido por la Policía Municipal portando una pistola calibre 9 mm. Al momento del arresto declaró que llevaba el arma por motivos de seguridad personal.
Según informes oficiales, en los últimos años “El Chester” se convirtió en un “cantonero”, una figura de dominio territorial en al menos siete colonias de la zona conocida como Nuevo Milenio. Se le acusaba de intimidar a los vecinos y cometer robos con total impunidad, pues para él, entrar a prisión parecía una rutina sin mayores consecuencias.
Su última detención se registró el pasado 23 de abril, en la unidad deportiva de Huixtla, acusado de distribuir estupefacientes. Sin embargo, de forma inexplicable fue liberado poco tiempo después.
Finalmente, la noche del martes fue ejecutado por sujetos armados, que hasta el momento no han sido identificados.
