Editorial

Más partidos, más de lo mismo

En la víspera de las elecciones intermedias de 2027, los políticos no pierden el tiempo para llevar agua a su molino. La conformación de agrupaciones u organizaciones con fines de lucro, más que de apoyo social, está a la orden del día.

Lo que el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana debería hacer en Chiapas es cerrar la llave. Con decirles que ya ni se sabe qué partidos están vigentes. En la elección de 2024 había una docena, de los cuales la mitad pasó a mejor vida.

En lugar de fortalecer a los que siguen vigentes, el órgano electoral da pie al registro de nuevos partidos. Está claro que esta disposición está en el Código Electoral local y, como tal, hay que respetarla; pero, por lo que se ve cada que hay comicios, el asunto tiene de fondo el enriquecimiento de nuevas familias, de nuevos dirigentes que de líderes no tienen nada.

Hoy, de nueva cuenta, hay publicaciones en redes sociales sobre la creación de nuevos movimientos partidistas que buscan eso: notoriedad y el dinero fácil que da el gobierno, a través del instituto electoral, para que compitan con sus propuestas. Pero la pregunta del millón es: ¿qué cambios ofrecen? Pues nada, es más de lo mismo.

Ahora salieron con la batea de babas de que el Movimiento de Esperanza celebró su Asamblea General Estatal y presume que ya se consolidó formalmente como una organización política legalmente constituida, validada conforme a la normatividad por las autoridades electorales competentes.

Pues sí, ese es el objetivo, pero no dicen quién es el líder y, de acuerdo con la imagen presentada, no hay nada nuevo: es más de lo mismo. Los mismos personajes que se han dedicado a vivir del oficialismo.

No hay nada que llame la atención y, quizás para evitar comentarios adversos adelantados, hoy, con una supuesta estrategia, no se da el nombre de quien está detrás de la conformación de la nueva agrupación política que llevará el nombre de Movimiento de la Cuarta Transformación. Así, de primera impresión, no hay que pensar mucho de dónde viene la intencionalidad.

El choro de siempre: que se “da paso a una nueva etapa política caracterizada por la participación ciudadana, la transparencia y la ruptura definitiva con las viejas prácticas de cúpula y prebendas”. ¿Dónde se habrá escuchado eso? Pues siempre que sale a relucir un nuevo proyecto, cuya intención pública es la transparencia y la honestidad, pero que en lo privado busca huesos en la sede del Congreso o la simpatía del Poder Ejecutivo para incorporarse al gabinete legal o ampliado, sin dejar de lado las presidencias municipales o diputaciones.

Ya encumbrados en el poder, pasa lo mismo: se olvidan de que alguna vez pidieron el apoyo ciudadano. En redes sociales se critica que no den la cara quienes conforman la nueva agrupación, “porque seguramente son los vividores de siempre que están engañando a la gente que cree que va a haber un cambio; nada de eso va a pasar, todo seguirá igual. Ahora, con la formación de estos partidos, ya se verá quiénes serán los candidatos, porque la mayoría va a querer estar en la boleta”.

Otros se refieren a que nació el “santo grial” de la política chiapaneca; lo mismo dicen de cada partido que “nace” cada seis años, y aseguran que es un movimiento satélite de Morena para que “sigan dando puro dedo”.

“No, no nace nada nuevo; son los mismos de los partidos Verde Ecologista de México y del Movimiento de Regeneración Nacional, este último, dueño del partido político en el poder”.

Otros más, que se “ilusionan”, dan su apoyo porque “van con todo por un cambio que necesita el pueblo; hay que rescatar —dicen— al pueblo de las garras del racismo”, pero, por lo que se sabe, quien gobierna es Morena en prácticamente todo el país.

“La misma jugada que aplicó Manuel Velasco con Chiapas Unido y Mover a Chiapas: puro partido parásito que sirve para que el gobierno coloque sus piezas que no puede colocar en los partidos oficiales”, dice otro usuario que no cree en los propósitos del nuevo partido, que no tiene dirigentes visibles.

Y así podríamos seguir, pero lo mejor es que usted tenga la mejor opinión sobre el surgimiento de nuevas “alternativas” políticas.

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