Editorial
Los vicios del poder se reflejan y exhiben a los “empoderados” cuando menos se
lo imaginan, pues quién diría que la detención de un hombre que insultó a las
autoridades municipales y estatales en Yajalón tenga el efecto rebote para si no
señalar, por lo menos, involucrar en su comportamiento a un legislador que ha
sido desde siempre considerado un hombre que ha estado en el poder a base de
hechos no tan transparentes ni apegados a la justicia.
El miércoles por la tarde corrió como reguero de pólvora la detención de Joaquín
Flores, alías “El Chorizo”. Este sujeto insultó a los agentes policiacos por motivos
que se desconocen. Fue detenido junto con otros tres guardaespaldas o
“guaruras” que lo acompañaban, mismos que a decir de la propia gente de la
cabecera municipal de Yajalón que los tiene identificados, están adscritos al ex
alcalde de dicho municipio y hoy flamante diputado Juan Manuel Utrilla
Constantino.
Llama la atención la imagen de “El Chorizo”, fotografiado en los separos de la
Policía Municipal, con una gruesa cadena de oro que le cuelga del cuello y con el
torso desnudo, sin camisa. Al final eso no es importante, lo que sí es motivo de
reflexión es que este hombre gusta de presumir lujos excéntricos cuando se vive
en un municipio donde el 80 por ciento de su población va al día. Esto, sin duda,
puede ser un indicativo de lo que se rumora en el pueblo y de que es un hombre
de peligro, por sus nexos con personas consideradas non gratas.
El fondo político de esta detención es que a “El Chorizo” se le relaciona muy
estrechamente en sus actividades delictivas con el legislador Utrilla, quien, a dos
días del suceso, no ha hecho pronunciamiento alguno ni desligado de los
señalamientos que le adjudican en redes sociales.
Joaquín Flores no pudo ser liberado pese a la inmediata intervención del
legislador, militante del partido Verde Ecologista de México, quién dejó en el cargo
al actual alcalde de Yajalón, Juan Alberto Utrilla López, su primo, a quien le
ordenó que dejara en libertad a su cuñado, previo al pago correspondiente de la
multa administrativa, pero no lo logró porque “El Chorizo”, según confirmó el
secretario de Seguridad del Pueblo, Oscar Aparicio Avendaño, es considerado jefe
de plaza y líder del grupo criminal “Karma”, quien ya fue puesto a disposición para
su investigación.
El diputado Juan Manuel Utrilla Constantino, hasta donde se sabe, intentó meter
las manos para obtener la libertad de su cuñado, silenciar este hecho, pero no por
el falso argumento de que se haya violentado o injuriado a la autoridad policiaca,
sino porque el tema que lo relaciona, según la andanada de comentarios que se
asentaron en las plataformas digitales.
Justo hace un par de días, en algunos medios nacionales se dio a conocer la
forma en que el diputado Utrilla se desplaza por la capital chiapaneca, con al
menos cinco hombres de seguridad, armados hasta el copete.
Lo más grave del tema es que a “El Chorizo” se le señala de ser parte de las
mentes maquiavélicas que cegaron la vida del periodista Mario Gómez Sánchez,
en septiembre de 2018 frente a su domicilio en Yajalón, entonces corresponsal de
un medio impreso estatal que ya desapareció. En ese entonces el alcalde era el
hoy legislador, quien estuvo en dos trienios continuos.
La otra versión que surgió en redes sociales de la detención del cuñado del
diputado es que se les acusa del delito de extorsión y cobro de piso, casos que la
misma mañana de este jueves fueron confirmadas por el titular de Seguridad
Pública. Los antecedentes no son la mejor referencia del cuñado del diputado, a
quien involucran en 2019 de asesinar a cinco personas originarias de la
comunidad La Aurora, en Yajalón.
Lo más delicado del asunto es que la propia Fiscalía General del Estado conoce el
expediente de Joaquín Flores, a quien miembros del EZLN lo señalan de liderar el
grupo criminal “Karma”. En un video difundido en marzo pasado, acusan que
hombres armados de dicha organización, entraron en varias casas del municipio
de Tila y se llevaron a 20 personas, entre niños, jóvenes y ancianos.
De ser cierto estos graves señalamientos, la FGE debe, de una buena vez,
deslindar responsabilidades del diputado Utrilla, a quien todos los momios los
tiene en contra porque eso de que sea un honesto, transparente y eficaz
representante popular sí que está en duda. Lo mejor, para dejar de lado las
especulaciones, es que pida licencia temporal para que sea sujeto a investigación
pues reza el dicho “quien nada debe nada teme” y este sería el caso del legislador
que ha sido protegido por el partido Verde Ecologista de México.
