José Cancino
La carretera a Cacahoatán está parcialmente destrozada, con enormes hoyos que son un riesgo para cientos de automovilistas que a diario circulan por esta vía estatal, sin que el gobierno municipal de Víctor Pérez Saldaña realice las diligencias necesarias para que se rehabilite cuanto antes.
Son cerca de seis kilómetros que permanecen en condiciones adversas, que con la presencia de lluvias se agudiza la problemática y ha generado accidentes vehiculares, principalmente en horas de la noche, cuando los baches no se perciben por la oscuridad.
Incluso, justo antes de acceder a la cabecera municipal, donde se localiza el arco que el edil mandó a construir, el asfalto presenta un deterioro significativo que ya causa estragos en vehículos particulares y del servicio colectivo.
Esta ruta, que es la única de vía de evacuación del volcán Tacaná, cada día se daña más, sin que autoridad alguna intervente o accione para solucionar el grave problema que representa para la seguridad de cientos de pobladores que a diario circulan por el sector.
Lugareños exigieron al alcalde que se realicen las gestiones necesarias, ya que así como se presumen sitios turísticos de la zona, deben de aplicarse recursos para la manutención de este tramo carretero, uno de los más importantes en la frontera sur por conectar a la zona fronteriza y hacia la reserva del volcán Tacaná.
Desde 2023, esta carretera no recibe acondicionamiento alguno, desde que se realizó la ampliación del ramal que lleva a Talismán. En un inicio, se dijo que se extendería toda la ruta hasta Cacahoatán, pero sólo se hizo una extensión en el primer kilómetro desde la vía principal de la carretera panamericana.

