Marco Alvarado / Diario de Chiapas
La combinación de cambio climático y degradación ambiental está transformando a Chiapas en un foco de desplazamiento interno forzado, afectando principalmente a las comunidades indígenas y rurales, según alertaron especialistas y representantes de organismos internacionales.
La entidad, considerada una de las más vulnerables del país a los efectos climáticos, no sólo enfrenta el impacto de eventos extremos, sino también la lenta y constante destrucción de los medios de subsistencia, lo que obliga a miles de personas a migrar.
Chiapas está cada vez más expuesta a sequías y la degradación de los suelos, un proceso acelerado por prácticas como la producción agrícola y ganadera extensiva, exacerbada por la deforestación.
Estos efectos tienen consecuencias directas en la movilidad humana. Según Hanna Monsiváis Lehne, jefa de la oficina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Chiapas, es crucial incrementar la prevención y la respuesta ante los eventos climáticos para garantizar la seguridad de las personas.
Monsiváis Lehne hizo estas declaraciones en el foro “Raíces en movimiento: Movilidad en contexto de cambio climático”.
La frecuencia e intensidad de estos eventos se traducen en un aumento de la necesidad de que las poblaciones se desplacen, no sólo por la afectación directa de un desastre, sino también porque sus medios de vida se vuelven más precarios, subrayó.
La historia de Chiapas ya documenta el impacto devastador de los fenómenos hidrometeorológicos. El ejemplo más citado es el huracán Stan en 2005, que impactó severamente la región Sierra y provocó uno de los mayores desplazamientos internos en la historia del estado, con la reubicación de poblaciones enteras a nuevos asentamientos.
Juan Carlos Franco, presidente de la ONG ambientalista Cecropia, señaló que la tendencia actual proyecta escenarios más catastróficos.
De mantener el ritmo, los modelos climáticos indican que en 70 años la entidad podría experimentar hasta un 15 por ciento menos de lluvia cada año.
Comentó que actualmente Chiapas emite anualmente 20 millones de toneladas de gases que contribuyen al Cambio Climático, principalmente por la deforestación.
Sin embargo, Franco advirtió sobre una transición en las fuentes de emisión hacia la vida en las ciudades, cuyas consecuencias se manifiestan ya en temperaturas más altas que amenazan con hacer muy difícil la vida en varias regiones del estado.
Los expertos son claros en su advertencia: si no se aborda de manera urgente la crisis climática y la degradación ambiental, el número de personas desplazadas por estos factores en el sur de México está destinado a aumentar de manera significativa en las próximas décadas.




