Ainer González
Chiapas, se encuentra dentro de las entidades con las cárceles más saturadas del país. Así lo indican los resultados del Censo Nacional de Sistemas Penitenciarios en los ámbitos federal y estatal (CNSIPEF-E) 2025, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en donde la entidad figura en la octava posición nacional con mayor tasa de ocupación penitenciaria, superando el promedio nacional, lo que enciende las alertas sobre las condiciones de hacinamiento y sobrepoblación en los centros de reclusión.
De acuerdo con el informe, al cierre de 2024 la tasa de ocupación promedio en los centros penitenciarios estatales y federales del país fue de 102.9 personas privadas de la libertad por cada cien espacios disponibles. En contraste, refiere que Chiapas reportó una tasa de 116.5 personas privadas de la libertad por cada cien espacios disponibles., ubicándose así en el rango de los estados con tasas de entre 100.0 y 139.9.
La situación destaca el INEGI que, se agrava por considerarse que el 36.3 por ciento de las personas recluidas en los centros penitenciarios del país no cuentan con una sentencia, es decir, que permanecen en prisión sin haber sido condenadas formalmente.
Mientras que en los centros estatales, donde se concentra el 91.3 por ciento de la población penitenciaria, este porcentaje se eleva a 37.3 por ciento, mientras que en los centros federales se reduce a 26.7 por ciento. Por sexo, el 46.3 por ciento de las mujeres en reclusión no ha recibido sentencia, en comparación con el 35.7 por ciento de los hombres.
El trabajo del Instituto señala que el país cerró el 2024 con 236 mil 773 personas privadas de la libertad, distribuidas en 325 centros penitenciarios: 14 federales, 261 estatales y 50 especializados para adolescentes. De ellas, 216 mil 071 se encontraban en centros estatales, como los que opera Chiapas.
El informe también destaca que el delito más común por el cual las personas ingresaron a centros estatales fue el robo, con 25.6 por ciento en mujeres y 27.2 por ciento en hombres, seguido por delitos contra la salud en modalidad de narcomenudeo, homicidio y violencia familiar.
