Amilcar García
Propietarios de bares y cantinas en Huixtla mostraron su indignación en contra del personal de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFREPRIS), a la que acusan de utilizar el ejército mexicano en los operativos de revisión en estos negocios con venta bebidas embriagantes, lo cual señalaron como intimidación.
Los comerciantes que mantienen este giro de venta de alimentos con bebidas alcohólicas, reconocen que la citada dependencia de gobierno es la encargada de proteger a la población contra los riesgos sanitarios; de esta manera regular productos y servicios, estableciendo normas y con ello las verificaciones cuando sean necesarias, pues deben de aplicar sanciones.
Sin embargo, no están de acuerdo que utilice de bandera al ejército mexicano para realizar operativos en bares y cantinas, ya que han interpretado que tratan de atemorizarlos.
Dijeron que los soldados provenientes de Tapachula, deberían de participar en otras acciones para una mayor seguridad, como el combate a las células del crimen organizado, buscar armas y drogas, no para que anden en estos recorridos donde se señala abuso de poder.
Agregaron que durante los días viernes y sábado, vivieron momentos de preocupación, puesto que esta dependencia con personas de la jurisdicción sanitaria de Tapachula, arribaron a Huixtla y durante un recorrido clausuraron varios negocios con este giro, por lo que algunos lograron cerrar luego de tener conocimiento del operativo sanitario.
Asimismo, indicaron que no están en contra de estas acciones que realiza la secretaría de salud, pues las revisiones son precisamente para corregir a quienes carecen de documentos y reglamentos de alcohol, pero en realidad esto ha escalado más allá de una revisión.
Este lunes, al menos 10 negocios cerraron al público y buscan negociaciones con la dependencia para que les permita volver a abrir, ya que según son familias que económicamente dependen de estos negocios.
Por último, dejaron en claro que estos operativos siempre son buenos, sobre todo cuando se trata para una mejor seguridad de los clientes, pero no es posible que con la presencia de los soldados traten de intimidarlos para realizar una diligencia de cierre de bares y cantinas.


