Alto Mando

Miguel Ángel Godínez García

Ejército: Recuperar Michoacán sin caer en otra guerra

El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, no solo cimbró a la región de tierra caliente: evidenció que los grupos criminales se saben impunes, capaces de extorsionar, dinamitar plantaciones, sembrar minas y someter a comunidades enteras. En este contexto, el gobierno federal activó el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, quizá la operación más importante de los últimos años en el estado.

El pasado 8 de noviembre, la Secretaría de la Defensa desplegó miles de efectivos del Ejército y la GN en Morelia, Uruapan, Apatzingán, Zamora y Pátzcuaro, bajo el mando de las Comandancias de la 21/a y 43/a Z.M. A ellos se sumaron 10 mil elementos adicionales enviados por el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y el titular de la Sedena, Gral. Ricardo Trevilla Trejo. A esto se agregan cinco helicópteros de la FAM utilizados para inhibir delitos de alto impacto y recuperar la tranquilidad pública.

Pero el elemento más significativo es la incorporación de 180 integrantes de Fuerzas Especiales, entre ellas Los Murciélagos. Se trata de unidades élite, entrenadas para infiltrarse en la oscuridad, operar en silencio y moverse en zonas hostiles. Portan drones tácticos, inhibidores de aeronaves no tripuladas, vehículos antiminas y sistemas de videovigilancia en tiempo real. Son, literalmente, los soldados mejor preparados para enfrentar a los cárteles que controlan territorios y colocan artefactos explosivos improvisados como método de terror.

Este operativo no será una nueva guerra contra los cárteles, como ocurrió en 2006, cuando Michoacán era gobernado por Lázaro Cárdenas Batel. Aunque habrá quien quiera leerlo así, se trata más bien del inicio de un combate distinto, quirúrgico, mediante el uso de Inteligencia, presencia territorial y capacidad de neutralización, con estricto apego a la Ley Nacional del Uso de la Fuerza.

Si bien no es menor que la presidenta Claudia Sheinbaum insista en el respeto a los derechos humanos, para que la nueva estrategia sea realmente eficaz, se debe dejar de lado la fallida estrategia de abrazos no balazos y aceptar que en el choque frontal del Ejército con organizaciones criminales, inevitablemente habrá bajas. Lo relevante será cómo lo haga el Estado: con eficacia, profesionalismo y sin caer en excesos.

El desafío trasciende Michoacán. Si no se ejecuta un cerco regional que incluya al Edomex, Jalisco, Colima y Guerrero, se repetirá el conocido efecto cucaracha. No basta con contener: se debe impedir la dispersión de estructuras criminales hacia territorios otros donde puedan reconstituirse; además deben intervenir las autoridades de Hacienda, la UIF y la Procuraduría Fiscal, para seguir el dinero de la delincuencia organizada.

Este despliegue militar envía un mensaje claro a Washington, en un momento en que el gobierno de Donald Trump insiste en atacar a los cárteles mexicanos, que los considera amenazas terroristas. El Estado mexicano no necesita de militares extranjeros para recuperar su territorio. Una operación eficaz en Michoacán es la mejor barrera frente a cualquier intento unilateral del vecino del norte.

El problema no será fácil de resolver, sobre todo, cuando el asesinato de Manzo sigue rodeado de sombras. La ejecución inmediata de su agresor por parte de un escolta abrió más sospechas que certezas. Y, para colmo, carroñeros digitales buscan voltear la narrativa e incriminar a la víctima, lo que ha avivado la indignación. Michoacán está en un punto de quiebre. ¿A quién se trata de proteger?

Esta vez, Omar García Harfuch tiene la responsabilidad de recuperar la paz sin repetir los errores del pasado. Su coordinación con el Gral. Trevilla y el almirante Pedro Morales, será la clave.

*  El gobierno federal denunció a 13 casinos por lavado de dinero. Están regulados por la Secretaría de Gobernación. ¿No supieron nada de esto Adán Augusto López, Luisa María Alcalde y Olga Sánchez Cordero? fueron secretarios de Gobernación en el mandato de AMLO. ¿Y la UIF que encabezaba Pablo Gómez?

De Imaginaria. La Semar, en coordinación con la SSPC, puso en marcha las estrategias: Colima Seguro, con mil elementos y 123 camionetas tácticas para reforzar la seguridad en uno de los estados más golpeados por el crimen organizado, y Sable, que ya logró detener a 53 integrantes del CJNG, con presencia en la región limítrofe entre Veracruz y Oaxaca.

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