José Cancino
Albergues para migrantes situados en Tapachula reportan una caída drástica en el aforo de personas, derivado de la escasa llegada de extranjeros provenientes de Centroamérica que ingresan por el río Suchiate.
Uno de los principales refugios en la localidad, Jesús el buen pastor, tiene como registro 80 migrantes que se mantienen al interior, cantidad baja a comparación de cuando inicio 2025.
Según las administración del lugar, el flujo de personas ha bajado hasta 70 por ciento, ya que en el primer bimestre del año se llegaron a contabilizar hasta 700 personas que pasaron por la región sur de Chiapas y se alojaron en este albergue en espera de trámites y resoluciones por parte del Instituto Nacional de Migración (Inami) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
“Ahora somos pocos en este albergue, nos acomodamos más y tenemos más espacio para nosotros y nuestras familias, pero a principio de año era más complicado porque muchas personas llegaron aquí en busca de un sitio dónde dormir”, sostuvo Jorge Mendiola, un hondureño alojado en Jesús el buen pastor.
Muchos de los albergados esperan ahora resoluciones por parte de la Comar, pero vislumbran que tendrán que irse de Tapachula sin ningún tipo de documento que avale su estancia legal en el país, ante las trabas que encuentran en esta oficina gubernamental.
El descenso drástico de migrantes en este y otros dos albergues de la localidad, se debe principalmente a las políticas de expulsión que Estados Unidos ha implementado desde que inició el mandato de Donald Trump.
Esto, de alguna forma, ha ahuyentado la llegada de migrantes al sur de México y, en el caso de aquellos que aún se aventuran a realizar el viaje, pasan sin tener tanta estancia en Tapachula y municipios de la frontera sur.
