José Cancino
Pobladores de la comunidad Pablo Blanco, en el municipio de Pijijiapan, denunciaron la tala inmoderada de manglares, lo que representa un serio ecocidio sin que las autoridades correspondientes sancionen, castiguen y actúen.
La destrucción de árboles y maderas preciosas se da dentro del área de la Reserva de la Biosfera de La Encrucijada, uno de los pulmones naturales más grandes de toda Latinoamérica.
El brutal ecocidio también daña a especies animales, algunas endémicas, que habitan en esta zona de manglares, por lo que señalaron que es urgente que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) intervenga cuanto antes para frenar este delito ambiental.
Apuntaron que de nada sirve que las autoridades señalen que en Chiapas la reforestación es uno de los principios y metas, cuando ocurren este tipo de acciones.
Los denunciantes aseguraron que empresas privadas buscan sembrar en este punto palma africana, cultivo que destruye la tierra y requiere de grandes cantidades de agua para su desarrollo, por lo que es necesario parar esta problemática, que también terminar por dañar a los humanos.
Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), esta región es un humedal costero bañado por las olas del Pacífico, desde la comunidad Chocohuital en Pijijiapan hasta Barra San Simón en Mazatán, en la costa de Chiapas. Protege uno de los manglares de mayor altura en todo el mundo. Es un lugar ideal para el avistamiento de aves, ya que allí habitan más de 90 especies diferentes como pelícanos, garzas azules, ibis blanco, halcón peregrino y águilas pescadores, entre muchas otras.
