El programa que acaba de lanzar el gobierno de México en los 23 estados que
gobierna Morena -los nueve restantes que administra el Revolucionario
Institucional, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, no le entraron-, genera
esperanza para los chiapanecos porque es de todos conocido que el sistema de
salud en México tiene años que anda cojeando de ambos pies y no levanta,
menos que se normalice.
Apenas hace un par de días se asentó en estas páginas el calvario que padecen
los trabajadores y trabajadoras del sector federal, quienes, al acudir a solicitar
servicio médico y por ende medicinas, al ISSSTE, simplemente el sistema
burocrático de la institución los batea hasta dos meses después y lo peor, que les
niega la atención de un doctor especialista.
Justamente en esta época en el ISSSTE que da servicio sobre el Periférico Sur
Poniente de la capital Tuxtla Gutiérrez, los anuncios de que no hay medicamentos
y menos especialistas que atiendan las enfermedades crónicas de mujeres y
hombres que han entregado su vida al servicio público.
Por ello resalta la importancia que el programa Rutas de la Salud en Chiapas,
iniciativa que fortalecerá la distribución de medicamentos gratuitos del IMSS-
Bienestar, haya quedado evidenciado a nivel nacional en el momento en que el
mandatario Eduardo Ramírez Aguilar se enlazó vía zoom con la presidenta de
México, Claudia Sheinbaum, quien desde Palacio Nacional echó a andar esta
esperanza de salvación para millones de personas en el país y las miles en la
entidad sureña chiapaneca.
Será el programa que reemplazó al tristemente Insabi el que se encargue de llevar
medicinas hasta los rincones más recónditos del país y vaya que en Chiapas se
tiene una orografía de muy difícil acceso, donde aún hay zonas donde sólo se
llega a pie o a caballo.
Las jornadas que les espera a los que están al frente del IMSS-Bienestar será
extenuante y ojalá que esa voluntad que han manifestado para cumplir con el
cometido trazado, no los desanime en Chiapas, donde miles de personas
requieren del compromiso institucional, muy cuestionado por cierto en el sexenio
pasado.
Es importante que en los discursos pronunciados por los responsables del ISSSTE
y el IMSS se complementen con visitas a los centros médicos y constaten
personalmente las carencias que aún persisten. Se entiende que hay limitaciones
económicas, pero reconsiderar que el personal tenga la decencia de ofrecer un
trato digno a quien acude a las clínicas, sería un gran paso para ir desterrando la
imagen negativa que se tiene de estas instituciones que han sido referentes en el
país.
El gobernador Ramírez Aguilar confía en que Chiapas será el estado de la salud,
es decir, donde se cumplan las metas de atención en los servicios y en la
correspondiente entrega de las medicinas e insumos que tanto requieren las
poblaciones más castigadas por su condición de pobreza y de acceso a la salud.
Para nadie es un secreto que este sector ha sido abandonado por
administraciones pasadas, aunque no se trata de castigar lo hecho por el gobierno
anterior, donde la rehabilitación de los centros y clínicas de salud fue parte del
programa importante para que los usuarios de estos servicios hayan tenido y
tengan instalaciones dignas.
Las Clínicas de Parto Humanizado, sin duda, fueron una referencia para atender a
las mujeres de escasos recursos que requerían atención donde el personal
médico era estrictamente femenino.
Hoy podría decirse que en la justa medianía hay infraestructura, aunque lo que
faltan son médicos y medicamentos y esta tarea, sin lugar a dudas, será
concretada eficientemente por el gobierno de la nueva era.
Que la meta a cumplir sea en una primera etapa es la distribución de 243 mil 41
medicamentos e insumos a 85 unidades médicas, mediante 40 vehículos, es un
buen comienzo que no hay que demeritar, al contrario, que esta medida sea el
inicio de una constante y regular atención al sector salud.
Este programa será una prueba de fuego para el gobierno de la presidenta
Sheinbaum porque su antecesor no cumplió sus promesas de que en salud
estaríamos mejor que Dinamarca. Este chiste embaucador sirvió para mantener
entretenida la población, pero hoy los tiempos han cambiado y esa preferencia y
empatía que se tiene con la presidenta de México, se espera se consolide con una
respuesta eficaz para quienes dependen de los servicios de salud del Estado.