Muy buenos días distinguidos lectores, agradeciendo como siempre su preferencia
a esta su columna, tomando en cuenta el tema de la semana pasada de la
iniciativa de la ley mordaza, debemos poner atención que es lo que están
haciendo nuestros legisladores, realmente están a favor del pueblo velando por
sus intereses o por sus propios intereses, vayamos a la famosa iniciativa de la Ley
en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión propuesta por el gobierno
federal, en el que según especialistas del tema así como de la propia oposición
política este nuevo instrumento legal busca tener el control absoluto de los
contenidos de radio, televisión y hasta redes sociales. He aquí donde necesitamos
reflexionar que pasará con nuestra libertad de expresión, porque de la democracia
ya es un tema que no hay que abundar mucho, de hecho, ya fue tocado en mis
anteriores columnas, y que por respeto a usted mi distinguid lector, ya di mi punto
de vista en un tema que, si bien va relacionado, lo cierto es que la libertad de
expresión podría ser su último clavo en el ataúd. Mi compromiso con ustedes
lectores es defender la libertad de expresión en cualquier tema, con el debido
respeto de nuestras instituciones, que podemos disentir, pero esto enriquecería
nuestro propio entorno. Siempre habrá una motivación en cualquier iniciativa de
ley, esta ley mordaza tuvo la ridícula motivación como un intento por frenar los
anuncios del gobierno de Donald Trump contra la migración, los cuales han sido
difundidos en televisión abierta; sin embargo, conlleva a otros cambios que
censuran y atentan contra la libertad de expresión. Regular la soberanía, han
impulsado una reforma que se centra en la creación de la Agencia de
Transformación Digital, dándole facultades sobre qué contenidos pueden emitirse
en radio, televisión y plataformas digitales, estando facultada para censurar. Ahora
bien, si esta Agencia de Transformación Digital, para los servidores públicos que
formarán parte de ella, debiera también elegirse por medio del voto popular, ya
que, si es el propio gobierno con la concentración del poder que tiene, en un
momento de enojo, rabieta o ir eliminando a personajes no gratos en los medios
de comunicación podría revocar las concesiones del espectro de frecuencia que
tienen en concesión con el gobierno federal. Algunos de los cambios que se
buscan con esta ley es permitir a la autoridad cancelar transmisiones cuando
afecten la seguridad nacional o el orden público, no requiriéndose una orden
judicial; obligar a concesionarios de internet a bloquear, filtrar o suspender
contenidos a solicitud de autoridades administrativas y definir como infracción
grave la difusión de mensaje que generen alarma o desinformación. Recuerdo la
famosa ley mordaza del Porfiriato, creada en el gobierno de Manuel González,
pero su aplicación se materializó en “El Porfiriato”, a través de arrestos, clausuras
de periódicos y hasta asesinatos de periodistas. Todo esto sucedió hace más de
cien años. Ahora, deberíamos estar en posibilidades de decir que esos tiempos de
barbarie han quedado atrás, pero no es así. El pueblo desde sus entrañas exige
legalidad y el gobierno a través de sus instituciones hace como que la persigue y
la instaura, pero en realidad no es como se dice. Defendamos la libertad de
expresión ante cualquier ley mordaza que se pretenda, es el último contrapeso del
poder, después ya nada será igual y no valdrá la pena quejarse porqué tal vez
será censurado. Agradezco como cada semana la preferencia de esta su columna,
y si el creador nos lo permite nos estaremos leyendo con otro tema de interés
general.