De Colosio a Teuchitlán

Razones Jorge Fernández Menéndez

Ayer, con la simple exposición de los hechos, el secretario de seguridad Omar
García Harfuch, explicando las investigaciones y detenciones realizadas por esa
dependencia y la Defensa, desmontó los intentos de tergiversar lo ocurrido en el
rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco. En ese rancho dijo García Harfuch, se
reclutaban elementos en forma forzada, se les entrenaba, a quienes no lo
aceptaban se les torturaba, y se les asesinaba. Era, por ende, un centro de
reclutamiento, de entrenamiento y de exterminio. Esa es la verdad de lo que allí
ocurría.
Ayer, mientras eran detenidos los primeros personajes relacionados con el
Mencho y el Sapo, los líderes del CJNG involucrados directamente con el rancho
Izaguirre, comenzaba a tomar forma la candidatura, adelantada por supuesto, pero
en estos tiempos imposible de construir de otra manera, de Luis Donaldo Colosio
Riojas para el 2030. Habrá que ver cómo crece y se desarrolla: tiene el nombre y
las convicciones, pero para transformar una legítima ambición en una candidatura
presidencial opositora hay que recorrer un largo camino.
Ayer también se cumplían 31 años del asesinato de su padre, Luis Donaldo
Colosio, cuando el joven Colosio Riojas era un niño.
El asesinato de Luis Donaldo cambió la historia del país. La investigación del
crimen que hizo Pablo Chapa Bezanilla fue un desastre y sirvió para enturbiar
cualquier indagatoria futura. El último fiscal del caso Luis Raúl González Pérez
hizo una investigación completa con los girones que dejó Chapa Bezanilla. Pero
quedaron historias por contrar. Una de ellas la hemos investigado desde los años
90.
En Tamaulipas, desde principios de los 80, había nacido una banda criminal
llamada Los Texas, conformada por pequeños narcotraficantes enlazados
familiarmente. Su jefe era Arturo Martínez Herrera. El número dos era su hermano,
Guillermo; otro hermano, Daniel, era el tercero al mando, se hacían llamar
Caballero Aguila Uno, Dos, Tres, respectivamente. Se hicieron muy conocidos por
controlar el paso de indocumentados en Nuevo Laredo y como asesinos a sueldo. 
Este grupo creció porque tuvo el apoyo de otro personaje: Guillermo González
Calderoni, quien, al ascender al cargo de director de intercepción aérea de la
PJF, enviaba parte de los decomisos realizados por esa corporación a los Texas
para que ellos los ingresaran al otro lado de la frontera. Los Texas trabajaron
durante años, tanto para González Calderoni como para Juan García
Ábrego. Llegaron a contar con unos 50 pistoleros entrenados por Jaime González
Beath, un ex miembro de las fuerzas especiales de Estados Unidos y más tarde
detenido en ese país. 
En 1994 llegó a Nuevo Laredo un nuevo comandante de la Policía Judicial
Federal, Luis del Moral, que se negó a aceptar un portafolio con 200 mil dólares
que le enviaba Arturo Martínez Herrera. Un día después fue asesinado, junto con
sus escoltas. Pero en esa operación, un agente de la PJF, que sobrevivió al

De Colosio a Teuchitlánataque, logró detener a Guillermo Martínez Herrera. Mientras tanto, designado por
González Calderoni, Arturo Martínez, el verdadero jefe de la banda, estaba
acreditado como comandante de la PJF en Piedras Negras.
¿Cómo participaron Los Texas en la desestabilización de 1994?. Una forma fue
evidente: el primer personaje contratado para asesinar a José Francisco Ruiz
Massieu, fue Carmelo Herrera, primo de Los Texas y miembro de la banda. Como
se recordará, después de dos meses de seguimiento del político guerrerense, por
alguna razón, dejó esa encomienda y se fugó con los 300 mil pesos que le habían
pagado. Antes, en 1993, Carmelo había sido detenido en el aeropuerto capitalino
cuando transportaba 700 mil dólares en efectivo, que pertenecían al cártel del
Golfo. A pesar de que la detención fue pública, a los pocos días fue dejado en
libertad “por falta de pruebas”.
Carmelo Herrera era narcotraficante pero también madrina del comandante de la
PJF, José Luis Larrazolo, un cercanísimo colaborador de González
Calderoni. Larrazolo fue asesinado el 2 de febrero de 1994 a las puertas de su
casa, al sur de la ciudad de México. Larrazolo había encabezado el comando que
semanas antes había intentado asesinar en el restaurante Bali Hai de la ciudad de
México a su enemigo, Amado Carrillo Fuentes y a su familia. Antes, Larrazolo
y Carmelo Herrera habían trabajado juntos en la PJF en Mérida. 
Como dijimos, Carmelo Herrera era primo de Arturo y Guillermo Martínez Herrera.
Carmelo, también era vecino del tío de un señor que se llama Mario Aburto. En
esa casa, en el norte de Veracruz, conviviendo con ese tío, se supone
que Aburto escribió aquellos cuadernos que se encontraron en un baúl en Tijuana.
¿Cómo se identificaba a sí mismo Aburto en eso cuadernos?: como un “Caballero
Aguila”. ¿Cómo se identificaban a sí mismos los miembros de Los Texas?: como
Aguila I, Aguila II, III, y así sucesivamente. ¿En dónde se le perdió el rastro al
revólver Taurus que sirvió para asesinar a Colosio?: en Tamaulipas, precisamente
en Nuevo Laredo. ¿Qué había sucedido un mes antes del
crimen? Humberto García Abrego, había sido corrido de una cena que se le había
hecho a Colosio en Monterrey, por órdenes del propio candidato presidencial. Los
García Abrego aseguraban que habían “invertido” en la campaña presidencial y
Colosio, expulsando a Humberto de la cena, quería mandar el mensaje de que no
tenía relación con ellos. ¿Para quién trabajaban Los Texas? Para los García
Abrego. Saque usted sus propias conclusiones.

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