EJEMPLAR

Letras Desnudas Mario Caballero

Una de las cosas que más me gusta de mi oficio es hablar de las buenas noticias. Hoy
tendré el gusto de hacerlo.
La noticia es que el Gobierno de Tabasco decidió replicar el modelo y la estrategia de
seguridad implementada en Chiapas.
Pues hace unos días el gobernador Javier May anunció la creación de la Fuerza
Interinstitucional de Reacción Táctica Olmeca, que viene siendo un organismo de
seguridad y de combate al crimen organizado similar a la Fuerza de Reacción Inmediata
Pakal.
De hecho, el tres de marzo, May firmó un Acuerdo de Paz con el gobernador Eduardo
Ramírez Aguilar, mediante el cual se comprometieron a realizar operativos conjuntos,
trabajos de inteligencia comunes, compartir bases de datos y colaborar con ambos grupos
policiales, los “olmecas” y los “pakales”, con el propósito de abatir la criminalidad,
fortalecer la seguridad y pacificar a la región.
Esa es la noticia, ¿pero por qué es buena?
Simple, porque es un claro reconocimiento al trabajo desempeñado por la actual
administración en el combate a la inseguridad.
Hablando en términos de gestión gubernamental, si algo tiende a imitarse, a ser ejemplo
o, mejor todavía, a tomarse como modelo de acción es que gusta por su eficacia, su éxito
y sus resultados en el bien de la sociedad. De no ser así, no habría ningún interés en
replicarlo.
Por tanto, si Javier May está imitando el modelo de los llamados “pakales” para que funjan
como su cuerpo élite en Tabasco es que distingue que hoy por hoy es lo mejor que hay en
todo el país para combatir el crimen, reestablecer la seguridad, imponer la legalidad y
devolverle la paz al pueblo.
DETALLES
Y es cierto.
Nadie puede poner en discusión que en los últimos meses Chiapas ha sido el estado de la
República que mejores resultados ha registrado en esta materia. Lo cual ha quedado
demostrado en la reciente encuesta de FactoMétrica que colocó al gobernador Eduardo
Ramírez con la aprobación más alta en término de resultados en el combate a la
inseguridad, con una calificación de 82.3%.
Dicho en otras palabras, más de ocho de cada diez chiapanecos encuestados dijo
sentirse seguro en el lugar donde vive en comparación con otros periodos.
Vayamos más allá.
El día que el gobernador Ramírez Aguilar rindió protesta dijo, y lo cito: “yo no quiero pasar
a la historia, yo quiero escribir la historia”. Y lo está haciendo.
Sé por comentarios de algunos miembros de su gabinete, que ERA preparó la estrategia
de seguridad con su gente más cercana y de confianza durante mucho tiempo antes de
tomar las riendas del estado.
Por eso, el mismo día que protestó al gobierno anunció la entrada y operación de la
Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), con 500 elementos de fuerzas especiales de
las diferentes fuerzas armadas del país, quienes tienen capacidades técnicas y tácticas
de inteligencia, investigación y combate, y cuentan con equipamiento de primer nivel, diez
vehículos blindados y 200 unidades.

Días previos, y durante casi tres años, al arranque de este gobierno de lo que más se
hablaba era de la violencia e inseguridad, de las ejecuciones, los secuestros, las
desapariciones, del cobro de piso a los comerciantes, los bloqueos y asaltos carreteros,
del reclutamiento forzado de jóvenes chiapanecos, de los miles de desplazados y de los
municipios que quedaron sometidos al terror del crimen organizado.
A partir del ocho de diciembre de 2024, se comenzó a hablar de otras cosas. Las noticias
cambiaron.
En menos de tres meses de operaciones de la Fuerza Pakal, y de todo el andamiaje que
implica la estrategia, la percepción de inseguridad cambió entre la ciudadanía.
De acuerdo con el informe presentado por el titular de la Secretaría de Seguridad del
Pueblo, Óscar Aparicio Avendaño, en los primeros 75 días se detuvieron a más de 100
policías y a dos presidentes municipales, relacionados con actividades ilícitas o con
presuntos vínculos con grupos criminales.
Durante el último tercio del sexenio pasado, uno de los principales delitos fue el de robo
de vehículo con violencia, y a la fecha de entregado dicho reporte la estadística era de
cero.
Antes, municipios como Frontera Comalapa, Chicomuselo, Villaflores, Cintalapa,
Amatenango de la Frontera, Jaltenango, Bejucal de Ocampo, Siltepec, Motozintla, La
Trinitaria, Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, entre otros, presentaban altos niveles de
inseguridad, con tasas alarmantes en delitos de alto impacto. Ahora, sin embargo, son
localidades que ejemplifican el éxito de la estrategia.
Inclusive, a un solo mes de la estrategia se vieron cambios notables. Como el caso de
Tapachula, que pasó del primer lugar como el municipio con mayor percepción de
inseguridad en el tercer trimestre de 2024 al sexto en el último trimestre de ese año,
según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi.
Estos logros fueron posibles, por un lado, gracias a la voluntad del gobernador Eduardo
Ramírez, quien se fijó la meta de pacificar a Chiapas en los primeros cien días de su
administración; por el otro, por el excelente trabajo de investigación, inteligencia y al uso
de tecnología avanzada de vigilancia aérea, como aviones no tripulados, helicópteros,
aeronaves y drones, asimismo vehículos blindados, equipos para inhibir señales de
comunicación y otros equipos tecnológicos.
También ha sido fundamental la participación y coordinación de la FRIP y la Secretaría de
Seguridad del Pueblo con la Fiscalía General del Estado, el Ejército mexicano, la Guardia
Nacional y otras autoridades de los tres órdenes de gobierno. Con ello, no sólo se
combatió el crimen y la inseguridad, sino también se ha logrado imponer la legalidad y
reponer el Estado de derecho.
DIGNO DE ORGULLO
Por estos logros alcanzados en tan corto tiempo, no es extraño que otra entidad
federativa haya buscado adoptar y replicar el modelo de seguridad del gobierno de
Eduardo Ramírez.
Lo siguiente lo digo a título personal: me llena de orgullo que el Gobierno de Chiapas esté
siendo reconocido por otros estados por sus buenos resultados y siendo ejemplo de
responsabilidad.
Esta vez fue por lo obtenido en materia de seguridad, pero seguramente en los meses
siguientes también hablaremos de otros reconocimientos y distinciones por los frutos
conseguidos en los rubros de educación, salud, empleo, igualdad de oportunidades, lucha
contra la exclusión social y la violencia de género, et al.
Lo digo no sólo por el conjunto de programas y acciones contempladas en el Plan
Chiapas Transformador, de los cuales ya algunos están en marcha, sino también por el

compromiso, lealtad, responsabilidad y sentido humano de Ramírez Aguilar, que en este
tiempo nos ha demostrado capacidad para conquistar sus metas.
Como en el mito de la Caja de Pandora, que al ser abierta dio salida a todos los males, en
el fondo se encontraba la flor de la esperanza, la misma que en este momento representa
el gobierno de Eduardo Ramírez, que entre otras cosas logró que cientos de miles de
chiapanecos recobraran la seguridad. Y los que antes huyeron o fueron desterrados de
sus municipios o comunidades por el crimen organizado, ahora están de vuelta en sus
hogares, disfrutando de una paz duradera.
yomariocaballero@gmail.com

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