“Humanismo que transforme” es eslogan y pensamiento filosófico que ha marcado y dispuesto el Gobernador de Chiapas, Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, como principio de actuación de quienes gobiernan y de los gobernados en nuestro Estado; siendo un reto en esta visión el rescatar la parte humanística intercultural en la acción de gobierno para incorporarla a la actuación ética por el bien común y bienestar social de los Chiapanecos; reconociendo y asumiendo que la atención a la impunidad y cero corrupción en la administración pública es un área de atención prioritaria que impulsará cambios actitudinales y aptitudinales basados en un diálogo, educación, formación intercultural crítica y estado de derecho.
En esta idea desde el inicio de la presente administración, la Universidad Intercultural de Chiapas UNICH, bajo el liderazgo del Dr. Javier López Sánchez, ha instrumentado un proceso de comunicación y dialogo crítico abierto y horizontal con la comunidad universitaria, cuerpo académico y administrativo, buscando convergencias y aportaciones para incorporar a esta casa de estudios profesionales en una misión y visión que no solo forme investigadores, nuevos académicos y trabajadores del Estado, sino sujetos con conciencia crítica que comprendan la complejidad de la naturaleza humana y que estén comprometidos con la construcción de un buen vivir de los pueblos y comunidades indígenas; destacando en este objetivo el Primer Encuentro Académico Intercultural Universitario 2025 en el marco del día internacional de las lenguas maternas, que fue destacado en artículo de opinión en esta columna del Diario de Chiapas, sus objetivos y resultados de forma general.
Un tema sustantivo en este evento fue el dimensionar y repensar cuales son los principios filosóficos, epistémicos, éticos y políticos que deben imperar en la educación profesional intercultural formativa de sujetos cognoscentes; con perspectiva de género y diálogo de saberes desde la horizontalidad, la participación e intervención comunitaria, identificando otras formas de conocimientos y cosmovisiones como elemento para una inter culturalización del currículo educativo con pensamiento crítico y reconocimiento de la diversidad; diálogo entre los valores intergeneracionales comunitarios y; fortalecimiento de la identidad; donde se trabaje en la formación continua del personal y estudiantes repensando la interculturalidad; la creación del ser sentipensante que asuma a las lenguas originarias como ejes de formación para interculturalizar otros ámbitos de la educación y políticas públicas, revalorando los contenidos culturales comunitarios.
En la perspectiva de un nuevo contenido curricular, se planteó en una de las mesas de trabajo del encuentro citado que la territorialización educativa está orientada a los procesos de vinculación de políticas públicas con las comunidades y sociedad civil, donde los contenidos territoriales son parte de los procesos formativos en una visión ampliada del contexto social y comunitario; promoviendo un verdadero diálogo entre los valores intergeneracionales comunitarios para el fortalecimiento de la identidad de los pueblos y comunidades indígenas; trabajando en el pensamiento decolonial a partir del diagnóstico, co-diseño, círculos de estudios, protocolos de protección del conocimiento; considerando la narrativa y oralidad como dispositivo metodológico para deconstruir al sujeto; en una deconstrucción crítica de mitos, oralidad, historias, ritualidad conceptos metodológicos e interpretación de contenidos de las lenguas maternas originarias; en una constante vinculación comunitaria para la enseñanza-aprendizaje; en un proceso continuado de teoría y práctica; considerando un mayor trabajo en comunidad que en aulas y; la institucionalización de elementos claves del modelo educativo esperado.
En este marco de referencia se asume en la perspectiva de la UNICH que la educación intercultural crítica es un proceso de descubrimiento para encontrar nuestra vocación de vida; por lo que es sustantivo en la visión y misión ayudar a los estudiantes a alcanzar esa realización personal y profesional, a ser conscientes de su origen, historia y contemporaneidad para poder entender y comprender la otredad social comunitaria, desarrollando conciencia social critica intercultural para entender la desigualdad, la polaridad del mundo y el saqueo; asumiendo la conciencia para tomar determinaciones, compartirlas, sociabilizarlas y actuar, promoviendo impacto en pueblos y comunidades, formando personas íntegras que puedan sostener a sus comunidades.
En los pueblos originarios, el saber, sentir y saber hacer se comparten en la comunidad. La interculturalidad comunal implica aprender de todos, no como en el pensamiento occidental de la educación formal donde uno enseña y los demás aprenden; por ello hoy se hace necesario que desde lo institucional repensar la interculturalidad y asumir como principio que los pueblos mesoamericanos siempre han sido interculturales; planteándonos en la epistemología y metodología ¿Qué tanto hemos aprendido en torno a la diversidad e interculturalidad? y que tan importante, sustantivo y necesario es trabajar en la conciencia social tomando conciencia de la otredad, del yo, del otro y de nosotros.
Hoy se hace necesario formarnos en la interculturalidad crítica atendiendo el saber ser, saber saber y saber hacer. Formar sujetos que sepan autorregularse para llegar al buen vivir, en armonía con la naturaleza; construyendo felicidad con humanismo, memoria histórica y posesionamiento político, Hoy en la perspectiva de la Chiapanequidad se hace necesario hacer un recuento de la memoria histórica de los pueblos originarios, recuperar sus historias; fortalecer sus expresiones culturales y honrar la memoria de nuestros ancestros territoriales.La interculturalidad con humanismo que transforme, inclusivo y perspectiva de género podemos entenderlo en palabras del Dr. Javier López Sánchez, Rector de la UNICH, revalorando el pensamiento de su pueblo tzeltal: Tú no sabes algo y el otro también no sabe algo. Tú sabes algo y los otros también saben algo que tú no sabes; por eso al unir nuestras palabras; nuestros corazones y pensamientos conocemos e interpretamos mejor el mundo; todos UNIDOS podemos seguir aprendiendo y conociéndonos como vivir en armonía con los otros y con la naturaleza y el cosmos, ampliando nuestros saberes en una interculturalidad que hermane pensamientos y comparta expresiones culturales.