Esta planta pertenece a la familia Euphorbiaceae, la cual se caracteriza por segregar un látex blanco considerado tóxico.
Karla García / Diario de Chiapas
Durante la temporada decembrina, la flor de Nochebuena se convierte en uno de los principales adornos en hogares y espacios públicos; sin embargo, su presencia suele generar dudas sobre posibles riesgos a la salud, especialmente en niños y mascotas.
El biólogo Manuel Jonapa comentó en entrevista que esta planta pertenece a la familia Euphorbiaceae, la cual se caracteriza por segregar un látex blanco considerado tóxico. No obstante, precisó que en el caso de la Nochebuena la toxicidad es leve y, en la mayoría de los casos, solo provoca irritación.
“No es una planta que te pueda causar un daño más allá o que te pueda provocar la muerte, no, es una planta que causa irritación principalmente. Los niños son los que cuando andan jugando ahí de repente los bebés la muerden o las mascotas que tenemos en casa llegan a morder las hojas y eso provoca una irritación”, sostuvo.
De acuerdo con el especialista, cuando las hojas son mordidas de manera accidental, los efectos más comunes son enrojecimiento en la boca, salivación excesiva o molestia leve, síntomas que suelen desaparecer rápidamente debido al sabor desagradable del látex, lo que evita que se siga ingiriendo.
Asimismo, indicó que, en casos poco frecuentes donde se llega a tragar una parte de la hoja, pueden presentarse vómitos o malestar estomacal, sin que ello represente un riesgo mayor. Sin embargo, advirtió que si los síntomas persisten o se agravan, especialmente si hay problemas respiratorios, es indispensable acudir con un médico, ya que algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas.
El especialista recomendó mantener esta y otras plantas fuera del alcance de bebés y mascotas, subrayando que la curiosidad propia de estas etapas puede derivar en accidentes domésticos. Añadió que en muchos hogares existen plantas ornamentales con mayor nivel de toxicidad.
Entre ellas mencionó las diefenbaquias, anturios, calas y alcatraces, las cuales contienen oxalato de calcio, una sustancia que puede provocar quemaduras en la boca y, en casos severos, afectar las vías respiratorias si son ingeridas.
