Es lo mismo, pero…más eficaz
Dos temas de salud y dos enfoques, muy, pero muy diferentes. En México, el secretario de Salud, David Kershenobich, dijo que la llamada “supergripa” es una variante de la influenza “más contagiosa, pero que responde bien al tratamiento habitual”, limitándose a recomendar la vacunación.
Es decir, dejó en suspenso que se emitieran medidas preventivas y no le dio la importancia debida al tema. Lo mismo pasó con el COVID 19 en el 2020, cuando el gobierno de la República hizo circo, maroma y teatro para desviar la atención del impacto de esta pandemia, y al final, miles de mexicanos, más de 800 mil, pasaron a mejor vida, y otros miles quedaron con secuelas.
Hoy de nueva cuenta toma a la ligera, es decir, minimiza la peligrosidad del tema de la influenza, y eso, de no atenderse, puede resultar de fatales consecuencias. Las críticas a la postura del secretario de Salud federal están al día y éste ni se asoma a responder cuál es la posición oficial, salvo lo que dijo la semana pasada, de que la gente se vacune y asunto terminado.
No se trata de crear alarma, de generar pánico, pero sí que la autoridad responsable no se escude en supuestos de que con aplicarse la dosis se elimina el problema. Hay que tomar en cuenta que la vacuna Patria no funcionó, la Moderna en un porcentaje menor es eficiente y las demás, como la Pfizer, su venta, como es eficaz, es muy cara.
La preocupación que manifestó Rubén Moreira, el diputado priista, es elocuente porque no se puede jugar con la salud de millones de mexicanos. Minimizar un brote solo porque ‘responde al tratamiento’ es repetir errores que ya costaron miles de vidas. El gobierno debería ponerse las pilas, prevenir y actuar con seriedad, no mandar mensajes de falsa tranquilidad”, fue el certero mensaje de advertencia del político adversario de la Cuarta Transformación.
Hoy ya deberíamos estar escuchando el aviso de que es obligatorio el uso de cubrebocas, no acudir a eventos masivos, más en estas temporadas; lavarse las manos constantemente con jabón, privilegiar la higiene, uso del gel antibacterial.
El domingo, a raíz de esta situación, centros comerciales de Tuxtla se vieron colapsados con gente que quería aplicarse la vacuna contra la influenza, y para variar, no había. Había escaseado. Justo eso es lo que debe procurarse, que haya el abasto suficiente, pero por lo que se ve, ese será el otro problema que enfrentará el gobierno ante este tipo de crisis, por eso no lo quiere dimensionar, porque no hay el recurso para la compra del medicamento y porque, además, no hay en existencia.
De ahí que ese sea el fondo de la pasividad de la Secretaría de Salud federal. Ojalá que se priorice por la salud de los mexicanos, porque ya de experiencias no gratas se ha tenido bastante.
De este lado del país, en Chiapas, al contrario de las disposiciones centrales, la Secretaría de Salud anunció que instruyó a los 124 alcaldes y alcaldesas a evitar actos masivos públicos y los exhortó a que inviten a la población a utilizar el cubre bocas por el alto número de casos de sarampión que le está pegando al estado y cuya cepa proviene de otras entidades.
Así como el gobierno atendió y atiende el problema de la inseguridad, la salud es el otro factor prioritario que debe atender y que le debe preocupar porque sería de pronóstico reservado que se dejara al “ahí se va».
Ayer, por lo pronto, la dependencia dejó a criterio de los alcaldes y alcaldesas, las medidas de protección y la realización de actos masivos. Es indudable que, si hay peligro, eso debe privilegiar el gobierno, con acento obligatorio y no estar expuestas al humor con que se levanten.




