Reapareció Andrés Manuel López Obrador y, más allá de las especulaciones, esta vez se notó que su impacto en la vida política nacional no tuvo la resonancia deseada, aunque los comentarios generalizados tienen que ver con el inicio del camino hacia las elecciones intermedias y con el intento de relanzar el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), principalmente porque el partido y el gobierno en el poder no las han traído todas consigo.
Que el ex presidente de México haya salido en un video a la luz pública no sorprendió, porque ya de antemano se conocían sus intenciones y, sobre todo, porque, dada la situación de la administración federal y los escándalos de corrupción que involucran a los consentidos de Morena, era previsible que López Obrador buscara nuevamente sacarlos de la desgracia.
Mientras él estuvo en el poder, en 2024, sin aparecer en las boletas, logró afianzar el triunfo de Morena en todo el país. Pero a sólo un año de estar agazapado en su rancho en Palenque, Morena ha venido de capa caída, tanto que la misma presidenta de México ha resentido los efectos de las acciones negativas que se han documentado periodísticamente; en los últimos dos meses, su popularidad cayó más de 10 puntos, según distintas empresas encuestadoras.
Que el exmandatario haya dicho en su video que no descarta regresar a las calles de México ante amenazas contra el gobierno encabezado hoy por Claudia Sheinbaum, en realidad no favorece a la presidenta, pues la desplaza del centro de atención.
La política no escrita señala que los presidentes de México, una vez que concluyen sus funciones, se exilian de la vida pública y no deben aparecer en eventos. Esta sería la primera vez que un expresidente rompe de manera tan evidente esa tradición, pues, aunque otros lo han hecho, ha sido tiempo después de finalizado su sexenio.
El pretexto perfecto para su reaparición fue la presentación del libro que escribió durante un año. Sin embargo, esto puede generar un efecto negativo, considerando que los escándalos que predominan en el ambiente político —como el caso del huachicol, el peor episodio de corrupción de un sexenio, y el de La Barredora, que involucra directamente a Adán Augusto López Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado— se gestaron durante su administración.
Aun así, la presencia de AMLO en la opinión pública ha sido bien recibida por miles de seguidores que mantienen una confianza fiel en él y que, principalmente, forman parte de quienes reciben apoyos sociales.
Ahora bien, habría que analizar con cuidado su afirmación de que no realizará eventos públicos para difundir su libro, aunque dijo que podría volver a salir a las calles para defender la democracia y la soberanía del país.
Cuando habla de democracia, tiene en contra la forma en que la Cuarta Transformación se hizo del Poder Judicial, un ente que hoy es prácticamente dependiente de lo que diga y ordene la presidenta de la República. La trampa de los acordeones, no sancionada por los mismos magistrados en funciones, es prueba de ello.
Además, ¿qué peligro de fraude representa la oposición para la democracia si no tiene el control de la mayoría de los estados? Sería, más bien, al revés: que Morena y sus aliados hagan hasta lo imposible para que la oposición no les arrebate la mayoría en el Congreso de la Unión. En realidad, esta es la gran apuesta rumbo a 2027 y, por ello, la reaparición de AMLO, quien —no lo dude— cambiará de opinión y terminará realizando eventos públicos en el futuro inmediato.
Y si de defender la soberanía se trata, habría que involucrar directamente al presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, quien ha mantenido la amenaza de intervenir directamente en territorio mexicano para acabar con los cárteles de la droga.
Cuando pide apoyo para el gobierno de Sheinbaum porque “todavía es temporada de zopilotes, hay buitres y hay halcones”, el propio expresidente evidencia que la presente administración no las tiene todas consigo, la expone y la coloca en una situación incómoda.
En fin, veremos cómo se desarrolla la presencia de AMLO, porque no es lo mismo tener todo el poder como presidente que ser ahora un mexicano más.
