Aureoles se robó 10 mmdp; Sabines, 40 mmdp Morena meterá al bote a Silvano, y a Juan ¿cuándo?

Editorial

La política se acomoda a los tiempos en que se gobierna y quién es el que
mandata. Si se parte de esta premisa, la aplicación de la justicia que ayer, hoy y
mañana estaremos viendo, se resume a dar golpes autoritarios o de venganza.
Siempre para imponer condiciones, decir quién es el que lleva la voz de mando,
quién obedece y a quién se “sacrifica”.
Cierto es que nada es para siempre, pero en esto de las ofensas entre políticos,
existe cada exhibición que resume que la política es una farsa, y esta
consideración nos demuestra que no hay políticos confiables o completos, menos
honestos y los que existían, ya murieron o en el peor de los casos fueron
asesinados.
Así de fácil y de grotesco se puede definir el proceder de quienes hoy están en el
poder y mañana andan buscando blindarse y es justo esta postura general la que
envuelve el caso de Silvano Aureoles, ex gobernador de Michoacán, quien es
buscado por Morena para que responda por un presunto desfalco por más de 10
mil millones de pesos.
Al ex mandatario, contra quien pesa una orden de aprehensión, le “buscaron”
hasta por debajo de las piedras para acusarlo de malversación de fondos en la
construcción de cuarteles, en la renta y contratación de aeronaves y naves;
además de que se le cuestiona por los adeudos que dejó en el magisterio, los
cuales ascendían a unos 5 mil millones de pesos
Esta serie de inconsistencias que le encontraron al ex gobernador del ya
desaparecido PRD tiene apenas cuatro años que dejó el poder. Con lo que vamos
a decir, no nos malinterpreten, pero con Silvano son 10 mil millones de pesos. Su
desfalco es reciente y qué se dice de los 40 mil millones de pesos que el mago de
Juan Sabines Guerrero desapareció de las arcas del gobierno de Chiapas, a su
salida en el 2012, hace 13 años.
Es decir, hay una diferencia de nueve años en los que no sólo no se le buscó
piedra en el zapato a Sabines, sino que el hoy Cónsul de Orlando Florida, goza de
total impunidad. Dirán que no hay denuncias, pero no hay que ir muy lejos pues su
principal adversario que le presentó demandas a sus desfalcos las llevó hasta
instancias legales fuera de México y nunca le hicieron caso: nos referimos al
presidente de la Comisión de los Derechos Humanos, Horacio Culebro Borrayas.
En el año 2013, el también activista interpuso una denuncia ante la Fiscalía
General de la República contra Sabines por los delitos de enriquecimiento ilícito,
abuso de funciones, abuso de autoridad y fraude, durante la función como ex
gobernador de 2006 al 2012 en la entidad sureña.
Y lo más grave es que el mismo Culebro Borrayas acusó que recibía cinco
millones de dólares mensuales de un capo de la droga, y el mismo ex mandatario
aportó 7 mil millones de pesos para la campaña presidencial de Enrique Peña
Nieto, por ello gozó de inmunidad e impunidad para no ser investigado.

Sin embargo, en el 2018 llegó al poder Morena y tampoco se han dignado a abrir
las carpetas de investigación que pesan contra Sabines. Hoy está en la mira
política Silvano Aureoles, y que bueno que se le investigue, pues si es culpable
que pague, pero no se vale que no se mida con la misma vara a los gobernadores,
funcionarios federales, estatales o municipales.
La justicia no es selectiva y ahora que tanto se pregona la transparencia y la
honestidad, sale muy a cuento esta historia negra que ha detenido por mucho el
desarrollo de Chiapas, pues de acuerdo con el gobierno de Rutilio Escandón
Cadenas, Chiapas está en cartera vencida hasta el 2037, fecha en la que debería
de pagarse todos los adeudos que hipotecaron la entidad.
La corrupción no es de ahora, cierto, pero si ya se tiene el discurso, la narrativa de
que la transformación y la honestidad diferencia a este gobierno de no ser iguales
a los del pasado, por qué no ha llamado a cuentas a Sabines Guerrero. No es un
cuestionamiento reiterativo, sino una realidad que han padecido los chiapanecos.
Es importante destacar que la corrupción y los desfalcos son problemas profundos
y arraigados en la sociedad, requieren una atención y un esfuerzo sostenidos para
ser erradicados, pero, ante todo, una fuerza de voluntad política para aplicar la
justicia contra los abusivos.
El escenario es muy sencillo en este mundo irreal de las fantasías surrealistas:
Silvano Aureoles, ex gobernador de Michoacán, muy pronto lo tendremos vestido
de negro o de naranja, tras las rejas, mientras que Juan Sabines Guerrero, que se
robó tres veces más en dinero, sigue feliz y contento con su cargamento,
disfrutando de la vida.
Esos son los dislates del modo gobernar para unos y para otros, y Morena no ha
sido la excepción, pues, aunque siga criticando al famoso PRIAN, su
comportamiento está más que cantado, como dicen en el pueblo, harán “como que
la virgen les habla”. En fin.

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