Llega hoy a su fin, caso del niño Damián; familia espera justicia

Tuvieron que pasar 747 días después de la muerte del niño Damián en una guardería de la capital Tuxtla Gutiérrez, para que las autoridades de justicia, ahora sí, todo indica, den carpetazo final a todo el proceso judicial que implicó este caso que conmocionó a la población por el deceso del pequeño de apenas tres años y por la negligencia, corrupción y tráfico de interés que se evidenció desde el momento en que el niño fue descubierto dentro de la alberca de la escuela, pasando por peritajes, declaraciones de los involucrados y una práctica malsana de funcionarios que hoy también deben estar preocupados por el desenlace que tendrá este drama que han vivido en carne propia Amparo y Mauricio, padres del pequeño, y don Rigoberto, el abuelo.

Editorial

Tuvieron que pasar 747 días después de la muerte del niño Damián en una guardería de la capital Tuxtla Gutiérrez, para que las autoridades de justicia, ahora sí, todo indica, den carpetazo final a todo el proceso judicial que implicó este caso que conmocionó a la población por el deceso del pequeño de apenas tres años y por la negligencia, corrupción y tráfico de interés que se evidenció desde el momento en que el niño fue descubierto dentro de la alberca de la escuela, pasando por peritajes, declaraciones de los involucrados y una práctica malsana de funcionarios que hoy también deben estar preocupados por el desenlace que tendrá este drama que han vivido en carne propia Amparo y Mauricio, padres del pequeño, y don Rigoberto, el abuelo.

Hoy será un día clave para la resolución final de la investigación. Este miércoles se presentan a declarar los últimos testigos que participan en el caso. Han sido dos años y 17 días, desde aquel fatídico 7 de febrero de 2022 de una tragedia que no ha dejado descansar en paz al pequeño y tener paz interna a la propia familia, víctima de la supuesta negligencia de los propietarios de la escuela Piguin&Babe, en Tuxtla Gutiérrez, que operaban la institución sin respetar las normas o protocolos educativos y de protección civil.

Este día deberá cerrarse el caso que implica la aportación de pruebas y descargas tanto por la parte acusadora como por los propietarios de la guardería, para darle paso al juez que lleva el caso, analice, evalúe y dictamine la responsabilidad en la que pudieron haber incurrido los directivos sindicatos.

Por lo que se ha vivido, por el mundo de declaraciones, posturas, investigaciones, estudios y análisis de lo acontecido, y por la política de transparencia con la que se ha conducido este gobierno en sus primeros 78 días, además de la atención que le ha puesto la Fiscalía General del Estado al caso, es casi un hecho que en los próximas horas o días se dicte el resolutivo final.

El viacrucis ha sido largo y tedioso sobre todo cuando la dilación de la justicia es un problema que no se ha podido erradicar, muchas veces por sobrecarga de trabajo, la falta de recursos financieros, humanos y materiales para limitar la capacidad de los ministeriales. 

O en el peor de los casos, y este parece ser el del niño Damián, es la corrupción dentro del sistema judicial que intentó por todos los medios el retraso de la investigación para “cansar” a los quejosos y que al final existiera la posibilidad de que desistieran de seguir con el caso.

A ello habría que agregar el tráfico de influencias que parece rodeo el tema de la muerte del pequeño, donde las presiones sobre los exfuncionarios en las secretarías de Protección Civil y Educación, sin descartar en una posible injerencia hacia el poder judicial para que la resolución sea a favor de los intereses de Patrinos y Brunette, los directivos de la escuela.

Acá no se ve que haya complejidad en el resolutivo, las pruebas son tan contundentes que por ello las argucias que interpusieron los acusados para prolongar el proceso judicial, no deberían ser favor para el dictamen judicial final.

El panorama general es que la corrupción en los procesos judiciales persiste y en México este problema sigue escalando los primeros lugares a nivel mundial, tan es así que casi el 50 por ciento de los jueces y magistrados han sido objeto de presiones o intentos de que emitan resoluciones sesgadas.

Además, fue elocuente el desinterés que presentó en el caso del niño, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, para orientar y proteger a la familia del niño que desde el primer momento del trágico desenlace no ha dejado de exigir justicia.

Para la señora Amparo, madre del pequeño, el que estén al final del túnel no significa que quieran ejercen una venganza contra quienes descuidaron su función de cuidar al niño, sino para que la autoridad y la propia sociedad chiapaneca entienda que no se puede confiar más en gente que no está preparada ni es apta para andar poniendo escuelas al libre albedrío, poniendo en peligro la vida de los niños, como sucedió con Damián.

Hoy llega a su fin las declaraciones de los 29 testigos del caso, y hoy se debe inscribir una nueva historia en lo que debe ser una verdadera institución educativa, que tenga como prioridad, la educación y el cuidado de la vida de la niñez.

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